Cierran una fábrica de hielo en Barcelona como posible foco del brote de legionela

Se elevan ya a 95 los casos detectados de infección en Mataró
Por EROSKI Consumer 23 de agosto de 2002

La Consejería de Sanidad de la Generalitat de Cataluña ordenó ayer precintar una fábrica de hielo de Cabrils, en Barcelona, porque puede ser la causante del brote de legionela que ocasionó la muerte de dos personas y ha afectado hasta el momento a otras noventa y cinco en la localidad de Mataró. De estas personas, veintidós se encontraban ayer ingresadas en el Hospital de Mataró, una de ellas en la UCI. De los últimos seis casos detectados, cuatro son personas residentes en el barrio de Cerdanyola. Tres de ellos iniciaron los síntomas antes del día 15 de agosto. La Generalitat y el Ayuntamiento de Mataró continúan la investigación para esclarecer el origen del brote.

La Consejería de Sanidad, la Dirección General de la Administración local, la Federación de Municipios de Cataluña y la Asociación Catalana de Municipios mantuvieron ayer una reunión extraordinaria para establecer los criterios básicos de coordinación interadministrativa ante la aparición de eventuales brotes de legionela. En la reunión se acordó la elaboración de propuestas para mejorar el conocimiento por parte de los municipios de las torres de refrigeración y condensadores evaporativos en su ámbito territorial de actuación.

El Ayuntamiento de Cabrils aseguró que los propietarios de estas instalaciones ya habían recibido amonestaciones del consistorio en varias ocasiones desde el año 2000 por varias irregularidades. La empresa, denominada Cubitos Sabadell y Eurocubitos, se saltaba varias normas sanitarias, según aseguró el abogado del Ayuntamiento, David Peña.

La Administración amonestó a la empresa, entre otras razones, porque el centro de fabricación de cubitos de hielo estaba situado en el garaje de la casa particular de sus propietarios, en una zona calificada de uso agrícola. La empresa funcionaba sin ningún tipo de licencia según informó el Ayuntamiento de Cabrils, y el número de registro sanitario que constaba en las bolsas de cubitos pertenecía a otra firma. Los cubitos se fabricaban además con agua extraída de un pozo.

Según explicó el alcalde de Cabrils, Joaquín Colomer, y el jefe de la policía local, Manuel Bruna, estas irregularidades llevaron al Consistorio a decretar el cierre de la empresa el 19 de marzo del presente año, tras dos inspecciones y varias demandas de cierre incumplidas por el propietario. Pese a ello, el pasado mes de abril, según Manuel Bruna, la actividad económica de la empresa no había cesado y «por la parte trasera del local se había abierto una puerta por donde seguía la fabricación de hielo».

El veintitrés de abril, el propietario de la fábrica, después de dos años de ser perseguido por la ley sin haber recibido ninguna sanción económica, decidió trasladar la empresa al pasaje Orrius del barrio de Cerdanyola de Mataró, y solo dejó tres congeladores en su finca de Cabrils, que fueron precintados ayer.

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