Entrevista

José María Ordóñez, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA)

El mayor número de casos de legionelosis se registra en agosto, septiembre y octubre
Por Clara Bassi 27 de agosto de 2013
Img jose m ordo ez entrev
Imagen: CONSUMER EROSKI

Aunque los brotes de legionelosis (o legionela) han disminuido en los últimos años en nuestro país, cada año se registran 40 nuevos casos. Los causa la legionela, una bacteria que se encuentra de forma natural en el agua y prolifera en condiciones de temperaturas altas y suciedad. Las instalaciones de mayor riesgo son los spas, jacuzzis, duchas y torres de refrigeración, donde puede crecer y multiplicarse si no se realiza un mantenimiento adecuado. La Legionella pneumophila viaja en aerosoles o gotículas que surgen de esas instalaciones y que de ser inhaladas por personas vulnerables, estas pueden enfermar con un simple resfriado, pero otras veces de forma grave, con una neumonía. Los individuos más ancianos, enfermos crónicos y con una patología respiratoria de base son los más vulnerables frente a la legionela, según explica en esta entrevista José María Ordóñez, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) y doctor en Salud Pública.

¿Qué son la legionela y la legionelosis?

La legionela es una bacteria cuyo medio natural es el hídrico y donde, en condiciones óptimas de temperatura y suciedad, puede crecer. Si el agua se transforma en una fina niebla (se convierte en aerosol), en esas pequeñas gotas puede estar la legionela. Si personas vulnerables las inhalan, pueden enfermar de legionelosis.

¿Es cierto que su nombre tiene un origen militar?

La legionela se designa así a partir de 1976, por una convención de antiguos legionarios, que se reunieron en un hotel de Philadelphia (EE.UU.). Entre estos antiguos combatientes 30 enfermaron sin que se supiera el origen y debido a su alta tasa de mortalidad fue investigada; y así fue cómo se descubrió una nueva bacteria.

¿Cuál es la temperatura en la que la bacteria puede proliferar?

En torno a los 35 grados, aunque no hay consenso respecto a una temperatura que sea crítica. Las instalaciones que se han de vigilar son los spas, jacuzzis, duchas y torres de refrigeración, porque sus condiciones de temperatura y suciedad contribuyen a que la legionela nazca y se multiplique.

¿Hay más casos de legionelosis en verano?

“Hay una media de 40 brotes de legionela al año, según los últimos datos, pero menos que en años anteriores”

La legionelosis se incluyó en el sistema de notificación obligatoria de enfermedades de la red española, desde 1981, donde se recoge el número de casos que se dan. Cabe destacar que ha habido una disminución a lo largo de los últimos años y que el mayor número de casos se registra en agosto, septiembre y octubre. Pero esta reducción de casos de legionelosis, sin duda, habla a favor de la excelencia de los profesionales que trabajan como técnicos de sanidad ambiental para prevenirla.

¿Cuántos brotes de legionela se producen al año?

Hay una media de 40 brotes al año, según los últimos datos, pero menos que en años anteriores. Un aspecto en el que se debe hacer mucho énfasis, y que es clave en la disminución del número de afectados, es que los titulares de las instalaciones deben saber que hay un marco normativo de cumplimiento en cualquier instalación propensa al crecimiento de la legionela, y que deben ser objeto de un buen mantenimiento según la normativa.

Además, se han registrado más casos en la comunidad que entre los enfermos ingresados en hospitales (nosocomiales).

Es lógico, ya que las instalaciones de riesgo están en un ambiente abierto, por lo que es normal que haya más brotes comunitarios (que pueden afectar a todas las personas), frente a los que se originan en un recinto cerrado, como un hospital o un hotel.

Si la legionela también puede proliferar en las duchas, ¿hay riesgo en los hogares particulares? ¿Qué medidas se deben adoptar en los domicilios?

Podría ser factible que ocurriera, pero hay muy pocos casos. La fuente de infección de la legionela es la propia ducha, pero en los hogares ya se suele hacer un buen mantenimiento y se conservan las instalaciones limpias, y también del agua que bebemos, a través de una red municipal e, incluso, hay un depósito interno en algunas comunidades de vecinos donde, entre sus presupuestos, figura un plan de limpieza del depósito con cierta periodicidad. Por eso, los casos en el ámbito del hogar son muy raros.

¿En qué consiste el mantenimiento de las instalaciones en general?

“Hay que vigilar spas, jacuzzis, duchas y torres de refrigeración, porque sus condiciones de temperatura y suciedad contribuyen a que la legionela nazca y se multiplique”

El Real Decreto 861/2003, de 4 de julio, destaca que las instalaciones con más probabilidad de producir casos de legionelosis deben limpiarse dos veces al año, en primavera y en otoño, y cuando hayan estado paradas más de un mes. En estos casos la propia normativa señala que se debe realizar un tratamiento de choque. Pero el mantenimiento comprende dos partes: un desinfectante continuo para evitar que la bacteria no crezca y no se multiplique; y el citado mantenimiento dos veces al año y en épocas concretas, en las que se producen cambios de temperatura que pueden repercutir en un aumento de la bacteria (primavera y otoño) y, sobre todo, siempre que la instalación haya estado cerrada, antes de ponerla en marcha, hay que llevar a cabo un tratamiento de limpieza de choque.

¿Cuáles son las personas que tienen mayor riesgo de enfermar de legionelosis?

La legionela no afecta por igual a todos, sino que hay un grupo de población más vulnerable: los ancianos, los fumadores, los enfermos respiratorios o inmunodeprimidos por cualquier circunstancia. Pero, entre ellas, curiosamente no figuran los niños; los casos en menores son muy raros.

¿Qué pueden hacer estas personas para protegerse de la legionela?

Lo más importante es que todos los propietarios de las instalaciones velen por el cumplimiento de lo recogido en el Real Decreto, que asuman esta responsabilidad y realicen el mantenimiento higiénico-sanitario que se les exige. De hecho, con el tratamiento de desinfectante continuo dosificado en el agua de las instalaciones es poco probable que la bacteria aumente y alcance una dosis infectiva. Y, además, se aplica el tratamiento de choque.

En España, ¿cómo es el grado de cumplimiento de los propietarios de las instalaciones de riesgo?

“El grupo de población más vulnerable a la legionela son los ancianos, fumadores, enfermos respiratorios o inmunodeprimidos”

En general, los titulares de las instalaciones han asumido ese compromiso y los inspectores (técnicos de sanidad ambiental), junto con las comunidades autónomas, lo verifican, aunque siempre se escapa alguno y se producen situaciones de brote, pero no porque haya un relajamiento en general. No obstante, como en el conjunto de la sociedad, siempre hay alguien que consigue sortear la legislación y no cumplirla.

¿Como consumidores, los usuarios de un spa, jacuzzi u otra instalación de riesgo pueden verificar que esta cumpla la normativa vigente? ¿Cómo?

A la población no se le ocurre hacerlo. Todo tipo de instalaciones donde haya un sistema de cloración con desinfectante continuo en el agua ya es una garantía de calidad. Pueden preguntar si lo tienen.

¿Quiere aportar algún mensaje final?

En nuestra sociedad con frecuencia se menosprecia el trabajo de los funcionarios, de las comunidades autónomas, etc. Pero, tanto en las comunidades autónomas como en nuestro país, disponemos de excelentes técnicos de salud pública y sanidad ambiental, que trabajan en silencio y velan por el cumplimiento de las pautas sanitarias para evitar que las personas contraigan enfermedades. Y ese trabajo silencioso ha demostrado ser una labor excelente de los técnicos de salud pública, ya que en la prevención y control de la legionelosis, los datos revelan que se ha producido una disminución de los casos.

Los síntomas de legionelosis

La legionela se puede manifestar de dos formas distintas: neumonía, con fiebre alta, que puede requerir ingreso hospitalario y que es más frecuente en personas vulnerables, en las que se pueden agravar patologías previas; y un catarro muy suave“, explica José María Ordóñez.

“Lo que nos importa es la neumonía. Cuando la sintomatología es grave, el afectado requiere atención sanitaria. Si el médico difunde un informe según el cual se trata de un paciente con un diagnóstico de presunta legionelosis, el sistema de salud pública se pone en marcha. Se lanza una alerta que vincule el caso a una instalación, pero se requieren al menos dos casos”, detalla Ordóñez.

Se realiza una visita de inspección a la instalación, se analiza en qué estado está, si cumple las medidas de la normativa vigente y, en caso de infracción grave y de no cumplirlas, se procede a su cierre cautelar, informa este experto.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube