SemBioSys Genetics, una empresa canadiense de biotecnología, ha creado una planta transgénica que produce insulina. La hormona se obtiene de cultivos de cártamo, una planta oleaginosa que se ha modificado genéticamente, con un gen humano.
Los primeros ensayos con animales demuestran que la hormona fabricada a partir de esta planta «es equivalente, desde el punto de vista químico, estructural y funcional, a la insulina humana farmacéutica», asegura la compañía. Las pruebas también confirman que la insulina producida en cártamo es fisiológicamente equivalente a la hormona humana, por lo que podría servir para tratar a personas con diabetes tipo 1.
Si los próximos ensayos son positivos la insulina producida por plantas transgénicas podría estar en el mercado en tres años. Sería el primer fármaco que se obtiene de una planta modificada genéticamente. SemBioSys Genetics cuenta con cultivos de este tipo en Canadá, Estados Unidos, México y Chile.
Los investigadores afirman que el uso de plantas transgénicas permitiría reducir los costes de producción de insulina en más de un 40% y acelerar su fabricación. De esta forma se podría hacer frente de forma más eficaz a la epidemia de diabetes que se avecina. La enfermedad crece en el primer mundo, pero también en los países en desarrollo. El tratamiento con insulina ya no se utiliza sólo en los enfermos con diabetes tipo 1 o juvenil, sino en los que padecen el tipo 2, la relacionada con el sobrepeso.