El daño cerebral hace alusión a una lesión que se produce en el cerebro de manera repentina. Cuando este acontecimiento ocurre una vez que la persona ha nacido estamos ante un daño cerebral adquirido. Y no solo se caracteriza por su aparición brusca, sino también por un conjunto variado de secuelas. Sara Buxó Pérez, trabajadora social de la asociación Alento, nos explica cuáles son estas secuelas, además de las causas y los factores de riesgo de esta discapacidad.
¿Qué es el daño cerebral?
Se denomina daño cerebral adquirido cuando la lesión que se produce en el cerebro tiene lugar después del nacimiento de la persona; es decir, la persona no nace con una lesión cerebral, sino que ésta se da a posteriori y es permanente. Se estima que anualmente se reportan en España más de 100.000 nuevos casos de daño cerebral, considerándose frecuente su incidencia.
Una de las características definitorias del daño cerebral adquirido es su aparición repentina en la vida de la persona, pero también el surgimiento de un conjunto de secuelas que impactan en su calidad de vida y en la de su familia. Estas secuelas pueden afectar a nivel físico, cognitivo, emocional o en la comunicación.
- Las secuelas físicas son las más detectables a simple vista. Dentro de ellas se encuentra la más común, la paralización de una mitad del cuerpo (hemiparesia), la paralización de las cuatro extremidades (tetraparesia) o la paralización de una extremidad (monoparesia). Dentro de las secuelas físicas también se encuentran los temblores, la pérdida de equilibrio, dificultad en el control del tronco o de la cabeza, alteraciones en la marcha (caminar), falta de sensibilidad o pérdida de alguno de los sentidos de forma parcial o total.
- Las secuelas cognitivas, al contrario que las físicas, no siempre son fácilmente identificables. Hacen referencia a déficits en el aprendizaje, en el razonamiento, en la memoria, alteraciones en el lenguaje, etc.
- Las secuelas emocionales suelen ir de la mano de las cognitivas. Se refieren a la conducta y personalidad de la persona y cómo se ve alterada tras un daño cerebral. Pueden aparecer conductas agresivas, desinhibición, aislamiento, falta de motivación y/o ganas, y, sobre todo, dificultades para adaptarse a la nueva situación tras el daño.
- Las secuelas o alteraciones en la comunicación incluyen la afectación en la expresión oral y/o escrita y la capacidad de comprensión. También se comprenden alteraciones de lenguaje como dificultad para hablar (afasia).
Causas: el ictus como protagonista
Las causas del daño cerebral adquirido pueden ser clasificadas por norma general como traumáticas o no traumáticas.
➡️ Causas traumáticas
Las causas traumáticas hacen referencia a cuando el origen de la lesión cerebral es externo y es provocado por un impacto. Este impacto normalmente se produce por un golpe en la cabeza (traumatismo craneoencefálico) que suele ser ocasionado por una caída o por un accidente de tráfico.
El traumatismo craneoencefálico es un tipo de lesión que viene acompañado en un primer momento de pérdida de conciencia o estado de coma, como consecuencia de la hinchazón o edema cerebral. En función de la duración de la pérdida de consciencia y de la profundidad de la misma, la severidad del daño cerebral será mayor o menor.
➡️ Causas no traumáticas
Se entiende por causa no traumática cuando el origen de la lesión cerebral es interno, es decir, cuando se produce en el propio cerebro de la persona.
- Dentro de este grupo se hace alusión al ictus, también llamado derrame cerebral o infarto cerebral. Dentro del ictus se puede diferenciar entre ictus isquémico (obstrucción de una arteria cerebral) o ictus hemorrágico (rotura de vaso sanguíneo y sangrado cerebral).
- Otro ejemplo de causa no traumática es el tumor cerebral. El tumor cerebral se forma cuando existe un crecimiento de células anormales en el cerebro o alrededor de él. El tumor puede tener incidencia en las células sanas e incluso llegar a destruirlas.
- La anoxia cerebral está provocada por la falta de oxígeno en el cerebro. Esta falta de oxígeno origina una afección en el tejido cerebral y puede ser consecuencia de un paro cardiocirculatorio o de un fallo respiratorio súbito, siendo frecuente la combinación de ambos.
- Por último, se encuentran las infecciones cerebrales. Las infecciones en el cerebro pueden estar causadas por bacterias, virus, hongos, etc.
Los datos más recientes exponen que en la actualidad la causa más común de daño cerebral es el ictus, seguido de traumatismos craneoencefálicos y anoxias, los tumores cerebrales e infecciones.
Factores de riesgo de daño cerebral
Existen factores de riesgo que predisponen a la persona para tener un daño cerebral. Se dividen en intrínsecos (no modificables por la persona) y extrínsecos (modificables por la persona).
Algunos de los factores intrínsecos a la persona son:
- la edad: mayor riesgo a partir de los 65 años.
- el género: afecta más a los hombres, pero presenta mayor gravedad en mujeres.
- tensión arterial alta (HTA) .
- genética (antecedentes familiares).
Los factores extrínsecos, y por lo tanto modificables por la persona, hacen referencia a un estilo de vida sedentario, consumo de alcohol o tabaquismo. Por lo tanto, es posible actuar sobre los factores modificables y reducir el riesgo de tener daño cerebral adquirido.