Las enfermedades paraneoplásicas, un grupo de alteraciones en la piel como la dermatomiosistis del adulto, la dermatosis neutrofílicas y el síndrome carcinoide, entre otras, pueden ser manifestaciones cutáneas de un tumor oculto en cualquier otra parte del cuerpo como el cáncer de ovario, colon o pulmón, aunque son «cuadros de extrema rareza», según advirtieron esta semana expertos durante el XXXIII Congreso Nacional de Dermatología y Venerología, que se celebra en Salamanca. El doctor Ander Zulaica, jefe de Sección del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, destacó que «el reconocimiento de estas patologías de la piel ofrece la posibilidad de realizar un diagnóstico precoz de un cáncer oculto, favoreciendo el tratamiento precoz de un proceso que, en muchos casos, hubiera tardado en manifestarse». No obstante, insistió en que hay que diferenciarlas de las metástasis dermatológicas.
Según este experto, aunque gran parte de los mecanismos fisiopatológicos de las enfermedades paraneoplásicas son desconocidos, a veces se pueden adquirir mediante la producción por el tumor de sustancias vasoactivas, hormonas, factores de crecimiento, liberación de antígenos que inducirían a respuestas humorales y celulares, etcétera.
Además, el doctor Zulaica destacó que «su baja frecuencia hace que sea necesario una formación específica del dermatólogo para poder detectar signos y síntomas a veces poco llamativos o aparentemente inespecíficos». Asimismo, precisó que «las enfermedades paraneoplásicas pueden ser una oportunidad para el paciente porque en gran parte de estas dermatosis, el cuadro cutáneo se adelanta a las manifestaciones propias del tumor, a veces en meses o años, lo que permite una actitud vigilante y una detección precoz de la malignidad».