Un estudio elaborado por la Agencia Española del Medicamento, en el que se analiza la evolución del uso de antibióticos entre 1985 y 2000, apunta que el consumo de este tipo de medicamentos ha descendido en España desde 1996.
Según el informe, la caída del consumo es consecuencia de las campañas educativas y de las intervenciones dirigidas a fomentar un uso más racional de los antibióticos y evitar con ello el crecimiento de las resistencias microbianas.
En 1985, Francia, con 32,4 dosis diarias de antibiótico por cada mil habitantes, era el país con mayor consumo de la UE, seguido de España, con una media de 21,9 dosis.
A partir de 1996, con un consumo de 23,1 dosis por cada mil habitantes por día, se empieza a adivinar un descenso sostenido del consumo en España, que en 1998 ya estaba en 21,7 y que en 2000 se situó en 20,4 dosis al día.
Por comunidades, Murcia es la que presenta un mayor consumo, ya que alcanzó en el año 2000 las 26,2 dosis, seguida de Extremadura, con 25,9; y Castilla la Mancha, con 24,3. Estas tres autonomías también ocupaban hace 16 años estos tres primeros puestos, aunque en distinto orden, y el consumo oscilaba entre las 26,7 dosis de Castilla la Mancha y las 27,7 de Murcia.
Las comunidades en las que se hace un uso más racional de los antibióticos son Ceuta, con 11,7 dosis diarias; Melilla, con 15,4; y Baleares, con 15,9. El estudio de la agencia española también pone de manifiesto un cambio notable en el consumo de los distintos grupos de antibióticos. Así, en 1985 las tetraciclinas, el cotrimacazol y los preparados a dosis fijas constituían el 31% del consumo, mientras que en 2000 su uso había caído al 6,4%.
También se observa que ha descendido el número total de antibióticos disponibles. En 1985 había 104 tipos distribuidos en 2.478 presentaciones de especialidades farmacéuticas, y en 2000 el número de principios activos pasó a ser 85 en 1.097 presentaciones.
Por último, destacar que los antibióticos más consumidos en España con cargo al Sistema nacional de Salud en el momento de iniciarse el estudio eran la amoxicilina, cotrimoxazol, ampicilina, doxiciclina y el ácido pipemidico, mientras que 16 años después las especialidades más usadas eran la amoxicilina, la amoxicilina-ácido clavulánico, claritromicina, cefuroxima y el ciprofloxacino.
