Descubren cómo debe adaptarse el virus H5N1 para transmitirse igual que la gripe común

Necesita reconocer la estructura de las células que recubren el tracto respiratorio humano para infectarlas. Este hallazgo mejorará la vigilancia de la enfermedad
Por EROSKI Consumer 8 de enero de 2008

Científicos estadounidenses han descubierto por qué la gripe aviar aún no se ha convertido en pandemia. Estos expertos, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), revelan en la revista «Nature Biotechnology» cómo debe adaptarse el virus H5N1 de la gripe aviar para transmitirse por vía aérea, con estornudos y tos, como si fuera una gripe común. Este patógeno necesita reconocer la estructura, en forma de paraguas, de las células que recubren el tracto respiratorio humano para poder entrar en ellas e infectarlas.

Este hallazgo mejorará la vigilancia de la gripe y, en concreto, la evolución del H5N1, que ya ha infectado a varios centenares de personas. «Ahora sabemos lo que tenemos que buscar», dice Ram Sasisekharan, director del estudio y profesor del MIT.

Hasta el momento, la transmisión del virus de persona a persona ha sido muy limitada. La clave parece estar en las cadenas de azúcares que rodean la superficie de las células de las vías respiratorias superiores. Para que el H5N1 se transmita con la misma eficacia de los virus de la gripe convencional, debe antes infectar estas células.

Las proteínas son la llave

Las cadenas de azúcares o glúcidos que recubren las células de las vías respiratorias altas controlan el acceso de los virus de la gripe. Para entrar, el patógeno necesita una llave. Las proteínas que cubren la superficie del virus de la gripe son esa llave. Si estas proteínas no se adhiere a las cadenas de glúcidos de las células, no se produce la infección.

Algunos estudios más recientes habían demostrado cómo en algunas ocasiones la gripe aviar se unía a los azúcares de las vías respiratorias, donde hay más posibilidades de transmitir la infección. Y, pese a ello, la enfermedad no se contagiaba.

Los científicos del MIT empezaron a estudiar las cadenas de glúcidos y descubrieron una gran diversidad. Por ejemplo, comprobaron que los glúcidos alfa 2-6 de las vías respiratorias de la nariz y la garganta podían ser cortos, largos, con forma de cono o de paraguas. Esa diferencia de forma es lo que puede explicar por qué los humanos pueden contraer la gripe aviar de un ave y no de otra persona.

La mayoría de las infecciones humanas de gripe se producen cuando los virus son capaces de pegarse a los receptores en forma de paraguas. Los investigadores piensan que el H5N1 necesitaría adaptarse para poder adherirse a esos receptores. Sólo entonces, aseguran, podría desencadenarse una pandemia.

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