Descubren que la radioterapia causa lesiones en los vasos sanguíneos de los tumores

Este descubrimiento será importante para mejorar la eficacia de este tratamiento
Por EROSKI Consumer 16 de mayo de 2003

Hasta ahora se creía que la radiación acababa con los tumores al dañar el material genético de las células cancerosas, pero sin que otros elementos constitutivos de la masa tumoral, como los vasos sanguíneos que transportan oxígeno y nutrientes para su crecimiento o el tejido conectivo, resultaran apreciablemente dañados. Un estudio del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (Nueva York), publicado hoy en la revista «Science», echa por tierra esta creencia.

En este trabajo, en el que ha participado, el español Carlos Cordón Cardo, uno de los líderes mundiales en patología molecular del cáncer, se aporta la primera evidencia genética de que la radiación causa también lesiones en los vasos sanguíneos de los tumores. Los resultados de la investigación indican que ese daño no es colateral, sino crítico para la disminución del tamaño de los tumores que logra la radioterapia. La «diana» de la radiación son las células endoteliales utilizadas por los tumores con el fin de establecer, mediante un proceso llamado angiogénesis, una red de microvasos sanguíneos por donde obtienen oxígeno y nutrientes. Las células endoteliales de las paredes vasculares resultan destruidas por la radiación, pero no por daños en su ADN sino al activarse un proceso de muerte celular programada (apoptosis).

El descubrimiento de este mecanismo antiangiogénico de la radioterapia será importante para mejorar la eficacia de esta terapia oncológica y reducir la dosis de radiación, dicen los investigadores del citado centro. No obstante, queda un largo camino de investigación en diversos aspectos, como la dosificación de la radiación o su combinación con los fármacos antiangiogénicos, diseñados en los últimos años para «matar de hambre» a los tumores cortándoles el suministro de nutrientes. Se estima que el 50% de los pacientes con cáncer se someten actualmente a radioterapia.

Ratones modificados

El estudio fue realizado con ratones genéticamente modificados para que desarrollaran una deficiencia de una enzima necesaria para que las células endoteliales activen el programa genético de «suicidio». El equipo neoyorquino observó que al implantar células malignas de melanoma en esos ratones, los tumores que crecieron en esos animales manipulados eran resistentes a la radiación, lo que no se observó en roedores normales a los que se indujo el mismo tipo de tumor.

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