El consumo de medicamentos psicoactivos puede representar un peligro para la conducción, según la semFyC

El 10% de las personas fallecidas o heridas en accidentes de tráfico estaba consumiendo algún fármaco de estas características, según los datos aportados
Por EROSKI Consumer 5 de julio de 2006

El consumo de algunas sustancias psicoactivas con fines terapéuticos puede representar un peligro en la conducta al volante, según advirtió ayer la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFyC). Y es que el 10% de las personas fallecidas o heridas en accidentes de tráfico estaba consumiendo algún medicamento con efecto psicoactivo, mientras que al menos un 30% de los conductores españoles toma regularmente algún tipo de medicación que podría ser contraproducente, según datos aportados por esta sociedad.

Es preciso alertar a los conductores sobre la existencia de riesgos asociados a determinados medicamentos que pueden alterar sus capacidades físicas y psíquicas a la hora de conducir, según un comunicado de semFyC, que participa en la XI Escuela de Verano que se celebra en Avilés. «Los neurolépticos o antipsicóticos, empleados para el tratamiento de las enfermedades mentales como la esquizofrenia y la psicosis; los ansiolíticos, sedantes y hipnóticos, para el tratamiento de la ansiedad, el estrés y el insomnio; los antidepresivos tricíclicos o afines; el litio, los analgésicos, narcóticos y no narcóticos» son algunos de los fármacos que, según semFyC, pueden tener un efecto adverso en la conducción

Asimismo, fueron incluidos en la lista de medicamentos que pueden tener efectos adversos sobre la atención y concentración necesaria para conducir «los antimigrañosos, anestésicos, antiepilépticos, relajantes musculares de uso muy común para el tratamiento de las contracturas musculares o dolores como el lumbago y la ciática, los antiparkinsonianos; antihistamínicos H1, de uso muy frecuente en estas épocas del año en el tratamiento de los síntomas de la alergia; y los anticolinérgicos».

Los consumidores habituales de estos fármacos deben ser conscientes de que su capacidad para conducir puede verse alterada y no ponerse al volante, según recomendó el doctor Carlos Martín, médico de familia y experto en prevención de accidentes de tráfico. «No sólo los fármacos activos sobre el sistema nervioso central pueden ejercer efectos sobre la conducción, sino que la modificación de otras funciones biológicas, como las alteraciones cardiovasculares o metabólicas, también puede repercutir en la habilidad para conducir», señaló.

Los especialistas de la semFyC, citando un estudio de la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Universidad de Valladolid, indicaron además que la asociación de medicamentos con alcohol y drogas supone un peligro para la conducción de vehículos. Según este trabajo, el consumo de medicamentos es frecuente en la población española y representa al 16% de los conductores entre 25 y 34 años; al 38% de los conductores entre 55 y 64 años, y al 55% de los mayores de 65 años. Los expertos insistieron en que «no se debe ingerir nunca alcohol cuando se está tomando medicación, ya que la mezcla potencia los efectos adversos para la conducción».

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