El dolor intenso es el problema de salud que causa más absentismo laboral, por encima de otros trastornos como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, según revela un estudio promovido por la iniciativa Change Pain. En concreto, según se desprende de los resultados de esta investigación publicada en la revista «Journal of Medical Economics», las personas con dolor intenso a diario se ausentan de su puesto de trabajo hasta 16 veces más.
Además, las consecuencias son claras, ya que hasta uno de cada cinco españoles que padecen dolor intenso no puede trabajar a causa de este dolor, lo que obliga a muchos de ellos a quedar fuera del mercado laboral. Entre las personas que sufren este tipo de dolor y que trabajan, existe un mayor porcentaje que lo hace a tiempo parcial, puesto que el dolor les impide trabajar a tiempo completo. Además, son pocos quienes trabajan como autónomos.
«Este estudio nos permite, por primera vez, obtener datos precisos sobre la influencia que tiene el dolor en los hábitos de trabajo de los españoles y en la actividad laboral en España», asegura el doctor Miguel Ángel Ruiz Iban, del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
El doctor señala que «la situación económica actual hace que las personas que padecen dolor de forma leve a moderada mantengan una actividad similar a la general, por miedo a perder su puesto de trabajo». Esta circunstancia podría llevar a un aumento del presentismo en el puesto de trabajo, aunque con un rendimiento menor a causa del dolor. Y es que las personas con dolor intenso reducen su rendimiento laboral seis veces más que las personas que no padecen dolor o lo padecen de forma leve a moderada, concluye el trabajo.
Esta investigación forma parte de otros promovidos por Change Pain con el objetivo de concienciar a la comunidad sanitaria y a la sociedad en general de las necesidades médicas aún no cubiertas en el abordaje del dolor crónico intenso. Según las conclusiones del mismo, el dolor tiene un gran impacto en todas las vertientes del mercado laboral, desde el acceso hasta la calidad del trabajo realizado, «lo que refuerza la importancia de su adecuado abordaje y tratamiento con el fin de mejorar la calidad de vida, tanto en el plano personal como laboral del paciente», destaca Ruiz Iban.