El exceso (sobreexpresión) de una proteína llamada securina, que está presente en las células humanas, puede generar tumores, tal y como demuestra una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Sevilla y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El trabajo, publicado hoy en la revista «Nature Genetics», demuestra que «cuando los niveles de esa proteína -cuyo nombre científico es hPTTG1- son muy altos la consecuencia es la generación de tumores», explicó José Antonio Pintor-Toro, investigador del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología del CSIC.
La razón, según muestra este estudio, es que la sobreexpresión de la securina impide el funcionamiento de otra proteína, la p53 -conocida como «el guardián de la célula»-, que se activa cuando una célula tiene el ADN dañado, para repararlo o para provocar el suicidio celular (apoptosis).
El efecto del «secuestro» de la p53 es que la célula «no recibe la voz de alarma» y no sabe «que tiene que morirse o reparar ese daño», dijo Pintor-Toro.
La securina interviene en la división celular impidiendo que ésta se produzca de forma prematura, para asegurar que las dos células surgidas de esa división tengan exactamente el mismo número de cromosomas.
Hasta ahora se había demostrado que las células que carecen de securina reparten de forma desigual los cromosomas entre las hijas, lo que favorece la aparición de tumores. La innovación del estudio es que observa los efectos de la situación opuesta, es decir, de la excesiva presencia de esa proteína en las células.
Este descubrimiento repercutirá a partir de ahora en el tratamiento de los tumores ya que, según explicó Pintor-Toro, muchos de ellos «no responden bien a determinados tipos de quimioterapia» porque la proteína «p53 está mutada, es anormal».