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Cambios en el cerebro de la embarazada: lo que sabe la ciencia
Estas son las conclusiones del estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (Madrid) publicado en Nature en enero de 2025 sobre los cambios que se producen en la mujer embarazada:
- El cerebro de la mujer pierde en el embarazo hasta un 4,9 % del volumen de materia gris, con una recuperación parcial en el posparto.
- Los cambios afectan al 94 % del cerebro, especialmente en regiones vinculadas a la cognición social.
- Qué lo causa: las fluctuaciones de estrógenos durante la gestación están relacionadas con estas transformaciones y con su recuperación posterior.
- Recuperación. Las mujeres con una mejor recuperación del volumen cerebral en el posparto reportaron un vínculo emocional más fuerte con su bebé a los seis meses.
El papel de las parejas de la embarazada
Una de las preguntas a las que también se busca respuesta es si el cerebro de las parejas también se modifica durante la gestación y en el posparto. ¿Su cerebro se modifica?
👉 Hombre
El estudio de 2017 incluía parejas masculinas y, a partir de él, otros trabajos han abordado esta cuestión. Uno de ellos, llevado a cabo por el grupo Neuromaternal del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, constató que “en los padres también se producen reducciones, pero mucho más sutiles que en las madres, y cuanto más pronunciada era la reducción, más se activaba esta área ante fotos del bebé”.
Resumiendo los distintos estudios, la científica que lidera el grupo, Susana Carmona, explica que lo que se ha visto, “simplificando el mensaje, es que en el cerebro de las madres se combinan factores gestacionales, como las hormonas, con factores ambientales relacionados con la crianza, como la interacción con el bebé”.
En cambio, en los padres, “los factores ambientales son los que adquieren todo el protagonismo. Pese a que aún es muy pronto científicamente hablando para aventurarnos con conclusiones contundentes, todo apunta a que cuanto más tiempo pase el padre al cuidado del bebé —tiempo de calidad, por supuesto—, más cambiará su cerebro, más se adaptarán sus hormonas y más se facilitará la conducta parental. Veremos si esta hipótesis se confirma con los años y las revisiones sistemáticas”, asegura.
👉 Mujer
¿Y qué ocurre cuando la pareja es también una mujer? En este sentido, ha tenido especial interés la inclusión en el estudio de 2025 de las parejas femeninas de mujeres gestantes.
La idea, comenta su investigadora principal, Camila Servin-Barthet, era “diferenciar los cambios que se podían dar como consecuencia del embarazo, es decir, fisiológicos, de aquellos ligados a la crianza en un sentido más amplio”. Los resultados muestran que esos cambios dinámicos, tan profundos y extensos, son exclusivos de las gestantes. “No quiere decir que sus parejas femeninas no experimenten ningún cambio, pero es algo que habrá que ver en estudios sucesivos”, señala.
En definitiva, los cambios profundos durante la gestación son exclusivos de las embarazadas, mientras que los otros aparecen tras el parto, tanto en padres como en parejas femeninas, siempre que se impliquen en el cuidado del bebé.
