Enfermedad celíaca y diabetes: una relación para tener en cuenta

Aunque todavía no está clara cuál es la relación entre ambas patologías, las posibilidades de desarrollar la enfermedad celíaca son mayores en pacientes con diabetes tipo 1 autoinmune
Por Celia Márquez Coello, Federación Española de Diabetes (FEDE) 16 de mayo de 2024
diabetes y celiaquía
Imagen: Paul Hunt
El 16 de mayo es el Día de la Enfermedad Celíaca, una patología intestinal crónica caracterizada por la intolerancia al gluten y que, según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), afecta al 1 % de la población española. Aunque se desconoce cuál es su conexión con la diabetes tipo 1, ambas están relacionadas: esta última es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de la celiaquía. En este sentido, los estudios apuntan a un aumento más que considerable de la prevalencia de la enfermedad celíaca en pacientes con diabetes tipo 1. Mientras que la prevalencia general oscila entre el 1 % y el 3 %, en pacientes con esta patología se sitúa entre el 4,4 % y el 11,1 %, cifra hasta 10 puntos más alta que la general. Se cree que una base genética de composición similar está detrás de la relación entre las patologías, pero esto aún se está investigando.

¿En qué se parecen la diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca? 

Aunque a priori pueden no tener nada que ver, la diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca comparten una serie de rasgos:

🔸 Son autoinmunes

Es decir, están ocasionadas por una respuesta inmunitaria frente a lo que el organismo considera como una amenaza.

  • En el caso de la enfermedad celíaca, esta respuesta está provocada por la intolerancia al gluten y puede llegar a dañar el intestino
  • En el de la diabetes tipo 1, una reacción espontánea provoca que el cuerpo ataque por error a las células beta productoras de insulina en el páncreas, afectando a la síntesis de la glucosa. 

🔸 Son crónicas

Una vez que se diagnostican, se convierten en compañeras para toda la vida. Sin duda, debutar en cualquiera de ellas supone un periodo de aceptación que puede llegar a ser complicado, sobre todo para los más pequeños. Por eso, tanto la enfermedad celíaca como la diabetes tipo 1 requieren de un fuerte apoyo emocional por parte de la familia y del entorno más cercano al paciente, en especial después del diagnóstico. 

🔸 Permiten llevar una vida normal

Con un buen control, ambas permiten llevar una vida completamente normal. La buena noticia es que tanto la diabetes tipo 1 como la enfermedad celíaca tienen un buen pronóstico.

El mayor riesgo de complicaciones, de hecho, se produce cuando todavía no se ha recibido un diagnóstico; por eso es tan importante mejorar la detección temprana. 

🔸 Influyen en nuestra alimentación

Ambas influyen en nuestra alimentación y estilo de vida.

  • En el caso de la celiaquía, se debe eliminar por completo el gluten de la dieta y, en su lugar, buscar otras alternativas.
  • Para la diabetes tipo 1 no existe una prescripción generalizada tan clara; no obstante, es probable que el profesional médico recomiende priorizar el consumo de ciertos alimentos frente a otros, en combinación con un tratamiento farmacológico o de insulina.
gluten y azúcar
Imagen: dinesh220185

Convivir con una enfermedad los 365 días del año 

Como hemos visto, no es extraño encontrar un diagnóstico de ambas patologías al mismo tiempo, ya que las personas con diabetes tipo 1 autoinmune tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad celíaca que el resto.

Pero, de la misma manera que ocurre con cada una de ellas por separado, convivir con las dos no impedirá llevar una vida totalmente normal, siempre y cuando se vigile la salud y la dieta.  

En este sentido, los expertos transmiten algunas recomendaciones adicionales: 

  • Cuidado con los procesados sin gluten. Aunque pueden parecer una alternativa sencilla al gluten, en realidad, como cualquier procesado, estos productos contienen un alto contenido en azúcares y son perjudiciales para la salud. 
  • Vigilar y distribuir a lo largo del día los hidratos de carbono como el pan y la pasta sin gluten, el arroz, las patatas o las legumbres. Estas últimas, por cierto, son una de las mejores opciones para sustituir ciertos alimentos con gluten.
  • Priorizar los alimentos ricos en fibra, las frutas y verduras. También es recomendable aumentar el consumo de pescados azules como sardinas o salmón, los cuales, además, ayudan a reducir el riesgo cardiovascular. 

Desde las asociaciones de pacientes, además, se lleva a cabo una importante labor para asesorar y acompañar a los pacientes en su adaptación a la patología, poniendo a su disposición recursos formativos y guías de alimentación para que puedan implementar los cuidados que necesitan en su día a día. Para más información sobre este tema y sobre el asociacionismo en diabetes, se puede consultar la página web de la Federación Española de Diabetes (FEDE). 

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