Exponerse una hora al humo del tabaco equivale a fumar tres cigarrillos, según datos del Congreso Nacional sobre Tabaquismo

Los efectos resultan sobre todo perjudiciales para niños de entre cero y dos años
Por EROSKI Consumer 15 de noviembre de 2003

La exposición al humo del tabaco durante una hora equivale a fumar tres cigarrillos, lo cual cobra importancia si se tiene en cuenta que, de acuerdo con los estudios estadísticos que maneja el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, el 40 por ciento de los españoles que no tienen este hábito se ve sometido de manera involuntaria a respirarlo al menos una hora al día, y que el 12 por ciento lo hace hasta ocho horas.

Como consecuencia de este problema, cada año mueren en España al menos 700 personas, si bien algunas estimaciones elevan la cifra hasta las 3.000. De hecho, el humo del tabaco, con 42 sustancias cancerígenas, está considerado en sí mismo por la Agencia de Protección Ambiental como un carcinógeno de clase A, siendo 57 veces más contaminante que cualquier otro tóxico o radiación ambiental. Entre la población adulta, aumenta entre un 25 y un 30 por ciento las posibilidades de padecer cáncer de pulmón y en ese mismo porcentaje el riesgo de morir por enfermedades coronarias, según apunta Javier Ayesta, profesor de Farmacología de la Universidad de Cantabria y uno de los expertos que participan en el Congreso Nacional de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo que se celebra hasta hoy en Zaragoza.

Los efectos del tabaquismo pasivo son aún más perniciosos en los primeros años de vida, porque los niños de corta edad están más expuestos al humo, de manera que «la influencia es mucho mayor entre cero y dos años que entre dos y cinco», advierte Ayesta. En este sentido, se considera que ésta es una de las principales causas del síndrome de muerte súbita del lactante e incrementa en un 50 por ciento el peligro de los bebés de sufrirlo. Además, puede provocar en la población infantil otitis medias y crónicas, procesos respiratorios y agudizar las crisis de asma, lo que a su vez genera problemas como el aumento de absentismo escolar.

Por estos motivos, los expertos quieren la extensión de los espacios sin humo, «no sólo en lugares públicos, sino también en las empresas», señaló el presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, Joan Ramón Villalbí, quien incluyó ésta entre las medidas que se han de adoptar para hacer frente a esta enfermedad.

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