No cabe duda: la pandemia de covid-19 ha tenido un gran impacto psicológico y social en toda la sociedad, y especialmente en los adultos mayores y las personas de cualquier edad con afecciones subyacentes graves, como en el caso de los pacientes respiratorios. Pero no todos los ciudadanos la han sobrellevado igual. Las personas contagiadas que han podido contar con el apoyo familiar han sabido afrontar la enfermedad de una forma diferente a las que la han vivido en soledad. A continuación, analizamos este importante rol de la familia.
Unión frente a la enfermedad y el miedo
Los expertos sanitarios coinciden en que en la medida en que el individuo y la familia valoren y participen en la preservación de la salud, se obtienen mejores resultados. Sabemos que la familia y los allegados del paciente pueden resultar clave para la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de una enfermedad.
Se considera la familia una unidad biopsicosocial que transmite creencias y hábitos, así como también, percepciones de riesgo para la salud que condicionarán las actitudes y conductas de sus miembros frente a la enfermedad y la utilización de los servicios de atención médica.
Si bien se han alcanzado importantes logros en la participación de la familia en la solución de problemas que afectan la salud, es necesario perfeccionar esta tarea por cuanto muchas veces la familia no es consciente de su responsabilidad por la salud de sus integrantes, y tradicionalmente ha existido el criterio de que el Estado es el máximo responsable de la salud y no así la familia y el individuo.
La pandemia es un claro ejemplo de ello. La saturación de las consultas de Atención Primaria y el miedo al contagio han causado importantes cancelaciones en las revisiones programadas y no programadas. A su vez, ha supuesto un importante reto para la familia debida al aislamiento.
Muchas familias han tenido que encontrar otros espacios comunicativos para estar conectadas con sus seres queridos enfermos. La cercanía física ha dado paso a otras formas de comunicación. Se han potenciado las videollamadas, las llamadas por teléfono, las redes sociales, etc., buscando el contacto y la protección de las personas enfermas.
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El papel protagonista de la familia frente a la covid-19
Ahora se nos presenta un nuevo escenario, en el que la familia pone a prueba su propia consolidación, su fuerza, su influencia, sus propios principios, sus recursos y la capacidad de cada uno de sus miembros para ser receptivos y flexibles con los miembros enfermos.
El temor, la ansiedad, la angustia con respecto a la desconocida enfermedad pueden provocar un desgaste emocional cargado de situaciones angustiosas como la tristeza, estigmatización, estrés, depresión, entre otros aspectos psicoemocionales, generando de esta forma emociones fuertes tanto en la persona afectada por el virus como en sus familiares.
Algunos estudios, como el de ‘Vivencia de familiares de personas afectadas por covid-19‘ (Paniagua, E. 2020), han evidenciado que las personas que responden con mayor intensidad al aspecto psicoemocional de una crisis de covid-19, no solo han sido los profesionales sanitarios y los enfermeros, sino también las personas encargadas de los cuidados de familiares o seres queridos. Los participantes del estudio vivenciaron aspectos más negativos que positivos con sus familiares enfermos, siendo conscientes de que la pandemia de covid-19 estaba poniendo en riesgo su propia salud tanto física como mental.
Como conclusión, en estas difíciles situaciones actuales, hay que dar muchísima importancia a las personas de nuestro entorno familiar y social, que nos cuidan y mantienen la unidad familiar.
APEPOC es la Asociación Nacional de Pacientes con EPOC y tiene como misión defender los derechos y mejorar la calidad de vida de los enfermos con EPOC. Para lograr este objetivo la asociación utiliza dos vías: los servicios asistenciales para los asociados y la difusión de información sobre la enfermedad, como medida de presión a las administraciones para que inviertan en calidad de vida para los enfermos de EPOC.
