Examen de saliva: qué es y qué enfermedades podemos detectar con su análisis

La saliva es una secreción muy compleja, cuyo análisis es un método de diagnóstico moderno con muchas posibilidades médicas y científicas, también en el caso de detección de coronavirus
Por María Huidobro González 19 de septiembre de 2022
Saliva: qué es y qué enfermedades puede detectar
Imagen: DaModernDaVinci
Con la temporada de gripe en ciernes, y el coronavirus aún presente, el test continúa siendo un método muy oportuno para conocer si estás contagiado por COVID o por otro virus. Y, para hacerlo de la manera más sencilla, puedes utilizar el análisis de la saliva, un fluido que contiene mucha información. En este artículo te contamos más acerca de esta secreción, como su composición y funciones, qué problemas da para quien sufre su exceso o falta, y qué otras enfermedades se pueden detectar.

Saliva: qué es, cómo se produce y para qué sirve

La saliva es una secreción muy compleja proveniente fundamentalmente (93 %) de las glándulas salivales mayores (glándula submaxilar, sublingual y parótida). La mayor parte (el 99 %) es agua, mientras que el 1 % restante lo conforman minerales, moléculas orgánicas y amilasa, una enzima muy importante para la digestión de los alimentos.

En nuestra boca continuamente se está generando saliva, pero es antes de las comidas, durante y después, cuando se produce el mayor volumen. Por el contrario, por la noche, durante el sueño, se reduce mucho su producción.

Pero además del momento de día, hay otras causas que alteran la cantidad de secreción salival: la edad, el número de dientes, el sexo, el peso corporal, ciertos medicamentos, enfermedades (síndrome de Sjögren’s, depresión, diabetes, hipertensión…), periodos vitales como la erupción dentaria, el embarazo o la menstruación.

Si bien la cantidad de saliva es importante, también su calidad. Como apunta Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España, “la saliva ideal es aquella que se produce en cantidades normales (entre 500-700 ml diarios), de manera continua, aumentando en los momentos de las comidas, que tiene una fluidez normal (no demasiado espesa), que posee una buena respuesta tampón (es decir, que es capaz de contrarrestar los ácidos producidos en boca) y que contiene pocas bacterias patógenas y, por el contrario, muchas bacterias ‘amigas’”.

¿Para qué sirve la saliva? Además de las funciones básicas de lubricación e higiene, Castro explica que, entre otras, posee funciones antimicrobianas (gracias a las inmunoglobulinas), mantiene la integridad de la mucosa oral, tiene capacidad remineralizadora, neutraliza la formación de ácidos en la cavidad oral y prepara los alimentos para la deglución y digestión. ¿Y cura? “A través de su acción antimicrobiana y de mantenimiento de las mucosas, es un elemento esencial en la curación de determinadas heridas bucales”, puntualiza el experto.

Tengo poca saliva, ¿debo preocuparme?

La disminución de la cantidad de saliva (hiposalivación) puede llegar a constituir un problema de salud muy molesto. Es lo que se conoce como xerostomía o síndrome de boca seca. Son muchas las causas que pueden provocarla: el estrés, determinados medicamentos, la radioterapia de cabeza y cuello y diversas enfermedades (autoinmunes, diabetes, depresión, hipertensión, etc.).

Y no son pocos los problemas que puede originar la reducción en la producción de saliva: más riesgo de caries, la boca es más vulnerable a determinadas bacterias, aumento del mal aliento, incremento del riesgo de enfermedades periodontales y, en algunos casos, debido a la sequedad de las mucosas, dolor.

➡️ Para prevenir estas complicaciones, el presidente del Consejo General de Dentistas de España recomienda estimular la producción de saliva masticando chicles sin azúcar, mejorar la flora oral empleando colutorios sin alcohol y beber agua a pequeños sorbos muy frecuentemente para rehidratar la boca. Pero también insiste en que es importante consultar a un dentista porque determinados fármacos o el uso de saliva artificial pueden estar indicados en determinados pacientes.

Exceso de saliva, ¿es perjudicial?

bebe boca


Imagen: Pixabay

A diferencia de la disminución de saliva, el aumento en su producción (hipersialia) no va asociado a problemas orales, pero sí que afecta a la boca: babeo, necesidad de escupir y tragar todo el rato, mal gusto, labios agrietados y hasta alternación del habla. Además, hasta puede generar complicaciones psicológicas y ansiedad social.

De manera fisiológica y normal, la hipersalivación pasa durante la erupción dentaria (sobre todo en los más pequeños), en la primera mitad del embarazo y durante la menstruación, como también en los primeros días después de la colocación de una prótesis. Y hay otras causas patológicas que producen aumento de saliva: el Parkinson, la epilepsia, algunos tumores, determinados medicamentos y algunas intoxicaciones (mercurio, plomo, arsénico).

➡️ El tratamiento dependerá de las causas. Y las pautas preventivas para evitar la salivación excesiva incluyen dieta libre de alimentos ácidos o ricos en almidón, higiene dental, dormir las horas necesarias, beber agua a pequeños sorbos y masticar chicle o chupar caramelos sin azúcar.

Pero ¿qué hacemos con los bebés? Como en ellos es muy frecuente la hipersalivación cuando erupcionan los dientes temporales, puede ser que sufran una irritación en la piel que rodea a la boca y barbilla. “Debe secarse el exceso de saliva y consultar con el pediatra sobre el uso de posibles cremas dermatológicas”, aconseja Castro.

Análisis de saliva, ¿qué enfermedades detecta?

El análisis de saliva es un método de diagnóstico moderno con muchas posibilidades médicas y científicas. Algunos investigadores apuntan que podría servir para diagnosticar enfermedades como el cáncer o la diabetes en sus estadios iniciales, como también para detectar trastornos neurológicos, como el autismo, y enfermedades autoinmunes.

Incluso algunos hablan de que podría desbancar al análisis de sangre. “Los avances tecnológicos que se han realizado y siguen realizándose permiten ser muy optimista con relación a la utilización de la saliva, tanto como método diagnóstico como para evaluar la evolución de determinadas circunstancias o patologías”, sostiene el presidente del Consejo General de Dentistas.

saliva prueba


Imagen: Mufid Majnun

Prueba rápida, simple, no invasiva, indolora y de fácil uso son las características principales de este sistema de detección. ¿Qué hay que tener en cuenta para hacerla? Como apuntan desde el Instituto de Investigación Galicia Sur:

  • antes de recoger la muestra, el paciente no puede cepillarse los dientes, comer, beber, enjuagarse la boca o mascar chicle.
  • la producción de saliva se produce moviendo la lengua como si se chupara un caramelo.
  • no es recomendable carraspear, para evitar las mucosidades.
  • hay que depositar la saliva en el recipiente poco a poco.

Este análisis resulta muy útil para los dentistas. Ayuda a determinar el riesgo de caries o de enfermedad periodontal, por ejemplo.

Pero, en el ámbito de la salud general, la saliva se emplea para diagnosticar enfermedades como la enfermedad celiaca, la fibrosis quística y determinados marcadores tumorales. También tiene gran utilidad en la determinación de infecciones bacterianas (el conocido Helicobacter pylori y su relación con la úlcera gastroduodenal) e infecciones víricas (hepatitis, VIH).

Por supuesto, este método es habitual para detectar ciertas sustancias, como drogas, etanol y hormonas. Además, como test genético, una prueba de ADN con saliva se usa para determinar la paternidad y el parentesco de personas. Y según este estudio, hasta por medio de un análisis de saliva se pueden medir los niveles de la hormona del estrés.

Test de saliva para detectar coronavirus

También un test con muestra de saliva puede detectar el coronavirus SARS-CoV-2 de manera igual de eficiente que con una obtenida de la orofaringe.

Los test de autodiagnóstico con los que poder hacerse la prueba en casa sin necesidad de personal sanitario han supuesto todo un avance desde que iniciara la pandemia. De manera muy sencilla, en menos de 15 minutos puedes conocer o descartar si te has contagiado o no de coronavirus.

La realización del test es muy sencilla: la caja contiene las instrucciones de recogida y un pequeño recipiente donde el paciente puede depositar la saliva, después de haber guardado un micro ayuno de 30 minutos. Se incluye también el líquido que hará de reactivo. Tras recoger la muestra, se mezcla con el reactivo, y se vierten dos gotitas en un blíster donde se indicará -en 15 minutos- si das positivo o negativo en COVID.

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