La píldora: últimas investigaciones sobre sus efectos

Estudios recientes afirman que la píldora, además de su función anticonceptiva y reguladora del ciclo menstrual, disminuiría el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer
Por Montse Arboix 26 de septiembre de 2008
Img anticonceptivas
Imagen: Matthew Bowden

Los contraceptivos orales, creados en un principio para experimentar el control de la natalidad, han tenido desde sus inicios defensores y detractores. Estos últimos se han apoyado en numerosas investigaciones que apuntan una posible relación entre la ingesta de anticonceptivos y la mayor probabilidad de desarrollar cáncer. Ahora, un nuevo estudio parece contradecir esta teoría: la píldora protegería de algunas formas de cáncer, siempre dependiendo de la duración del tratamiento.

Imagen: Matthew Bowden

En 2005, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, en sus siglas inglesas), que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS), admitía que los anticonceptivos hormonales combinados (estrógenos-progestágenos), los de uso más común, pueden llegar a ser cancerígenos por sus efectos secundarios. Se calcula que el 10% de todas las mujeres en edad fértil, cifra que se traduce en unos 100 millones en todo el mundo, toman este tipo de píldoras. Pero los expertos no se ponen de acuerdo sobre sus efectos. Ahora, dos estudios recientes apuntan que prestan más beneficios que perjuicios, todo depende de la dosis.

Las conclusiones del estudio

Cuanto mayor es el tiempo de uso de la píldora, más se reduce el riesgo de sufrir cáncer epitelial de ovario. Esta es la conclusión de uno de los estudios, publicado recientemente en «Epidemiology», que añade, además, que por cada año que una mujer toma contracepción oral, le proporciona un 5% de disminución en la posibilidad de desarrollar este tipo de cáncer.

La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Hawai (EE.UU.), con Galina Lurie como principal autora, recoge los datos de más de 1.800 mujeres, 813 de ellas afectadas por cáncer epitelial de ovario, durante un periodo de 13 años. Según se desprende de los resultados, las mujeres que habían tomado la píldora como método anticonceptivo durante un año tenían menor riesgo de cáncer de ovario e, incluso, esta protección alcanzaba tres décadas después de suspender su uso. No influyó en el efecto la edad del primer y último embarazo, ni cuántos se han tenido, o si fueron partos a término o prematuros.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre sus efectos y ahora dos estudios apuntan que prestan más beneficios que perjuicios, todo depende de la dosis

Sin embargo, los expertos puntualizan que la disminución del riesgo no es estadísticamente significativa en aquellas mujeres que sí habían tomado la píldora pero durante menos de un año y en la etapa de la adolescencia. Lurie, no obstante, asegura que aún se desconocen los mecanismos por los que los anticonceptivos orales protegen de este tipo de cáncer ovárico, por lo que son necesarias más investigaciones al respecto.

Estos datos, no obstante, se contradicen con los extraídos de un estudio publicado en la revista «British Medical Journal» en 2007, realizado por investigadores de la Universidad de de Aberdeen (Escocia). En él, los autores concluían, después de realizar un seguimiento de los datos acumulados durante 36 años, de más de 46.000 mujeres con relaciones estables y con una edad promedio de 29 años, que tomar la píldora durante poco tiempo disminuía un 12% el riesgo de desarrollar cáncer uterino, de ovario y de recto. Aunque subrayaban que una minoría que tomó estas pastillas durante más de ocho años sufría un riesgo significativo mayor -un 22%- de desarrollar cualquier forma de cáncer, sobre todo uterino.

Cáncer de ovario

Estos tumores ováricos pueden ser de características muy variadas; bien pueden tener un tamaño casi imperceptible como desarrollarse de forma que llenen la cavidad abdominal. Los de tipo epitelial – en el que se afecta el tejido que recubre el ovario- son más frecuentes (un 60% de los casos), 75% de ellos en forma benigna y 25% malignos. Los tumores benignos son más frecuentes en mujeres entre los 20 y 50 años de edad, y un 20% de tumores benignos afectan a ambos ovarios.

La mayoría de los tumores malignos del ovario (del 85% al 90%) son epiteliales, que generalmente se dan en mujeres de edad avanzada. Algunos cánceres de este tipo son ocasionados por mutaciones de genes heredados. El cáncer ovárico hereditario es, aproximadamente, de un 5% a 10% de todos los casos de cáncer ovárico. La probabilidad de malignidad en un tumor de ovario epitelial aumenta con la cantidad de áreas sólidas presentes, incluyendo estructuras papilares y tejido necrótico.

ENFERMEDAD INFLAMATORIA PÉLVICA

Img aparatoImagen: Lobillo

Además de los supuestos beneficios de los anticonceptivos orales, relacionados con el menor riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer o con la menorragia -menstruación inusualmente abundante o prolongada- y el síndrome premenstrual, investigadores del equipo Daphne, grupo integrado por siete expertos de reconocido prestigio en el ámbito de la ginecología han explicado, aprovechando la publicación del libro “Beneficios de la píldora”, que las mujeres que toman anticonceptivos orales tienen un riesgo menor de sufrir enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). Sin embargo, añadieron que todavía no se conocen los mecanismos de tal protección.

La EIP es un término general que se usa para referirse a la infección del tracto genital superior y que, generalmente, es consecuencia de una infección ascendente desde el cuello del útero, ya sea a partir de una infección de transmisión sexual o de infecciones polimicrobianas relacionadas con vaginosis -sobrecrecimiento bacteriano. A pesar de que esta enfermedad es causa importante de morbilidad y puede llegar a provocar infertilidad, no existen datos exactos de su incidencia, debido a que, a menudo, se presenta en forma subaguda y leve, no es una enfermedad de declaración obligatoria y no existen unos criterios para su diagnostico bien definidos.

Ningún método anticonceptivo oral tiene tantos beneficios basados en evidencia cinética que avalan tanto su seguridad como su eficacia, así como sus beneficios añadidos, según explicó en el acto José Luís Dueñas Díez, coordinador de la publicación, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.

POCA ANTICONCEPCIÓN EN ESPAÑA

Casi la mitad de mujeres españolas practican sexo sin utilizar ningún método anticonceptivo. Esta es una de las conclusiones a la que llega un estudio realizado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Asimismo, los resultados también apuntan que el 21% de ellas usan el “coitus interruptus” (tercer método más utilizado después del preservativo masculino y la píldora) de forma habitual, que alcanza el 33% cuando se trata de las adolescentes. Los expertos consideran estos resultados como demasiado altos con el consiguiente riesgo, además de embarazos no deseados, de sufrir enfermedades de transmisión sexual como el sida. Por este motivo, abogan por mejorar la información que dan los profesionales sanitarios, sobre todo a adolescentes.

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