Más allá del enfoque tradicional del cáncer

La Conferencia Europea del Cáncer reúne en Barcelona a los mayores expertos en oncología para repasar los múltiples aspectos relacionados con el cáncer
Por Montse Arboix 27 de septiembre de 2007

La principal conferencia europea del cáncer que se celebra cada dos años tiene lugar estos días en Barcelona. La ECCO 2007, organizada por la European CanCer Organisation, reúne a más de 13.000 oncólogos de 86 países que debatirán estos días múltiples aspectos interdisciplinares relacionados con el cáncer: desde los últimos avances en investigación y terapia hasta la atención y el apoyo al enfermo y su entorno. A pesar de que esta enfermedad es la causante de un gran número de fallecimientos, la supervivencia del cáncer ha mejorado significativamente, tanto en España como en el resto de países miembros.

ImgImagen: danntara

Desde la creación de la Federación de Sociedades Europeas contra el Cáncer (FECS) en la década de los ochenta, un grupo de oncólogos abogó por dar una nueva perspectiva al tratamiento contra el cáncer: un enfoque interdisciplinar, reconocido como mejor y única manera de tratar el cáncer. Ahora, miembros de la nueva European CanCer Organisation, ECCO, que agrupa 17 asociaciones de profesionales involucrados en la lucha contra el cáncer como cirujanos, enfermeras, oncólogo y radioterapeutas, creen que es momento de dar un paso más.

Aglutinar investigación, tratamiento y atención al paciente, aspectos educativos y divulgativos e, incluso, la defensa de posiciones frente a temas de ámbito político como el gasto farmacéutico o la igualdad de acceso al tratamiento son algunos de los nuevos planteamientos que quieren impulsar desde la ECCO. Asimismo, en esta edición se ha brindado un énfasis especial al paciente y a su entorno; muestra de ello son los estudios presentados y que, raramente, tienen cabida en este tipo de eventos.

Con cáncer, más divorcios

Un grupo de investigadores noruegos ha puesto de manifiesto que el hecho de sufrir cáncer no induce a más números de divorcio a no ser que la enfermedad esté localizada en cuello de útero o testículos. De hecho, la investigación, liderada por Astri Syse del Registro Noruego del Cáncer de Oslo, revela que la mayoría de los tipos de cáncer predispone a una pequeña disminución de la tasa de divorcios durante los primeros años después del diagnóstico, además de romper el mito de que los hombres son más propensos a dejar a sus cónyuges después de un cáncer de mama.

La cantidad de alcohol ingerida está relacionada con el aumento del riesgo de presentar cáncer de mama

Los expertos afirman que tanto el cáncer de testículos como el de cuello de útero afectan a la intimidad de la pareja con un descenso asociado del deseo, la libido y de la fertilidad. En el estudio se ha tenido en cuenta que en Noruega se detectan ambos tipos de cáncer de forma precoz, lo que permite minimizar el impacto de los tratamientos que debilitan la sexualidad, señala la investigadora en rueda de prensa.

A juicio de Syse, en fases tempranas de una relación de pareja, los problemas sexuales, la falta de gratificación emocional y la mayor carga de cuidados que se derivan de una enfermedad como el cáncer son más difíciles de aceptar. Según se desprende del estudio, a los 20 años el riesgo de divorcio de las pacientes con cáncer de mama aumenta casi un 70%, que se reduce paulatinamente al 19% a los 60 años de edad, con una tendencia similar en hombres afectados de cáncer de testículo. Los datos apuntan que ante una metástasis u otros tipos de cáncer con peor pronóstico, la probabilidad de divorcio es menor, al contrario de lo que sucede en aquellos con buenas posibilidades de recuperación.

Ingesta de alcohol en mujeres

Poco importa si el alcohol consumido es en forma de cerveza, vino o licor. Son la propia fracción de alcohol etílico y la cantidad ingerida los activadores de la aparición de cáncer de mama. Así concluye el mayor estudio individual hasta ahora realizado sobre los efectos del alcohol con el riesgo de sufrir cáncer de mama, presentado en ECCO 14. Además, los autores añaden que el incremento del riesgo debido al consumo de tres bebidas alcohólicas al día es similar al aumento por consumo de una cajetilla de tabaco o más al día.

El equipo de investigadores de la División de Investigación del Kaiser Permanent Medical Care Program en Oakland (EEUU) con Arthur Klatsky a la cabeza, descubrieron que las mujeres que ingerían entre una y dos copas al día aumentaban su riesgo de padecer cáncer de mama un 10% comparándolas con bebedoras ocasionales que consumían menos de una copa cada 24 horas. A partir de tres copas, el riesgo aumenta hasta un 30%. Asimismo, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a franjas de edad o tenias.

LA MAGNITUD DEL DIAGNÓSTICO

Los hijos adolescentes de los pacientes diagnosticados de cáncer pueden manifestar síntomas graves de estrés postraumático (PTSS) y en pocas las ocasiones se les ofrece la atención psicológica necesaria. Estas son las conclusiones de un estudio que se ha hecho público en el marco del congreso de Barcelona. Hasta ahora se conocía que el diagnóstico de cáncer es una experiencia estresante que puede llegar a ser tan traumática que provoque problemas emocionales a lo largo de la vida. Aunque se sabían los efectos que provocaba en pacientes y cónyuges, se desconocían cómo esta situación afectaba a hijos adolescentes.

El equipo liderado por Gea Huizinga del Centro Médico Universitario de Groningen en los Países Bajos ha puesto de manifiesto que el 29% de un grupo de adolescentes estudiados, durante el primer año tras el diagnóstico de cáncer de uno de los progenitores, mostraba signos de PTSS altos. Estos resultados, que se corresponden con niveles susceptibles de ayuda psicológica, tras una segunda evaluación disminuían al 16% y, así, progresivamente durante el primer año tras el diagnóstico, aunque reaparecían sorprendentemente en años siguientes.

Sin embargo, lo que más llama la atención es que son precisamente los padres enfermos los que tiene mayor capacidad de valorar el estado psicológico de sus hijos, más que los progenitores sanos. Los autores señalan que posiblemente sea por que estos últimos acarreen su propia carga emocional, con un incremento de tareas domésticas o la dedicación exclusiva de su pareja enferma. Además, los niños con problemas emocionales y de comportamiento tienen más dificultades para asumir la nueva situación que los niños que se desenvuelven bien.

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