La bacteria que causa la úlcera de estómago puede ser combatida por el propio organismo, según una investigación

El cuerpo humano contiene un antibiótico natural capaz de evitar la aparición de la enfermedad
Por EROSKI Consumer 14 de agosto de 2004

Más de la mitad de la población en el mundo transporta en su estómago la bacteria «Helicobacter pylori» (H. pylori), un microorganismo que puede propiciar el desarrollo de un cáncer de estómago o de una úlcera gástrica. Sin embargo, la mayoría de los portadores viven hasta el final de sus días sin enterarse de su existencia. De hecho, sólo el 2% termina finalmente con una úlcera y el tumor surge en un 1% de los casos.

Científicos norteamericanos y japoneses han encontrado una explicación a la paradoja. En la revista «Science» detallan cómo una glucoproteína humana inhibe la bacteria «H. pylori» y actúa como un antibiótico natural. El estudio sugiere que este mecanismo de defensa evitaría la aparición de la enfermedad en la mayoría de los portadores de la bacteria.

Los expertos de la Universidad de Shinsu de Japón y del Instituto norteamericano Burnham comprobaron cómo en presencia de la glucoproteína «alfa 1,4 N-acetilglucosamina» la bacteria perdía su forma, se hacía inmóvil y terminaba muriendo. Este efecto inmovilizador del crecimiento celular es muy parecido al efecto de los antibióticos. «Se trata de la primera vez que una glucoproteína se comporta como un antibiótico», explica Minoru Fukuda, uno de los autores de la investigación. El hallazgo no sólo mejora el conocimiento de la enfermedad sino que abre una nueva vía de tratamiento, en lugar de los antibióticos convencionales.

Además Fukuda cree que sería posible desarrollar ganado o productos agrícolas genéticamente modificados con esta glucoproteína para tratar de una manera económica a las poblaciones de países menos favorecidos. «Podríamos utilizar vacas genéticamente modificadas para producir una leche que podría erradicar por completo la infección y eliminar el cáncer de estómago», afirma con entusiasmo el científico japonés.

Sin embargo, algunos expertos están convencidos de que la bacteria aporta también beneficios al organismo. Estudios previos aseguran que la «H. pylori», vive en el aparato digestivo de los humanos hace al menos 11.000 años. Los autores de este hallazgo opinan que la larga cohabitación podía ser una prueba de que el huésped aporta también beneficios al organismo. Entre otros trastornos, se especula con que podría proteger de las diarreas y del reflujo ácido.

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