La contaminación por metales pesados es una amenaza para la población de la Amazonía en Brasil

Algunos expertos señalan que si llega al ser humano en determinadas cantidades puede provocar problemas neurológicos
Por EROSKI Consumer 11 de agosto de 2005

La contaminación por metales pesados, especialmente mercurio, se ha convertido en una nueva amenaza para la salud de la población de la Amazonia brasileña, donde desde 1980 han sido descargadas más de 2.000 toneladas por la industria minera artesanal, una práctica conocida como «garimpo».

Sin embargo, algunos investigadores del país señalan que existe una cantidad mucho mayor de este metal pesado en la propia naturaleza amazónica, según recoge en un artículo la publicación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), «Tierramérica».

El biólogo de la Universidad Federal de Pará (UFPA) Reinaldo Peleja ha explicado que el «garimpo» en realidad aporta sólo el 3% del mercurio presente en la Amazonia brasileña.

Según Peleja, el origen natural de este metal pesado en la zona se demuestra con la aparición de peces contaminados en áreas lejanas a los «garimpos», una fuente identificada del metal. El río Negro, de poca actividad minera, tiene casi el doble de mercurio que el río Tapajós, de cuya cuenca se extrae mucho oro.

La contaminación de áreas mineras y del río preocupa a los expertos. Los «garimpeiros» usan el mercurio para recoger partículas de oro dispersas en la tierra, por amalgama, que posteriormente se calienta a elevadas temperaturas para que el mercurio se evapore, lo que contamina a los habitantes de zonas cercanas y al medio ambiente.

Riesgos para la salud

El mercurio llega a los ríos, a través del aire, del agua de la lluvia o las inundaciones, y entra en la cadena alimenticia de los peces transformándose en «metilmercurio», que si llega al ser humano en determinadas cantidades puede provocar problemas neurológicos.

Algunos trabajadores dedicados durante años a la quema de amalgama de mercurio para extraer el oro presentan síntomas neurológicos importantes como el temblor en las manos. En la Reserva garimpeira de la Cuenca del Tapajós, que ocupa unos 23.000 kilómetros cuadrados al oeste del norteño estado de Pará, trabajan unos 70.000 mineros y otras 20.000 personas les prestan servicios indirectos.

Según un informe del Centro de Tecnología Mineral del Ministerio de Ciencia y Tecnología realizado en el marco del Proyecto «Mercurio Global» de Naciones Unidas, desarrollado en seis países, se han detectado peces con índices de mercurio hasta 40 veces superiores a lo aceptable, además de especies vegetales y suelos con alta contaminación. El uso del mercurio está prohibido en Brasil desde 1989, pero la ley que lo prohíbe no se cumple.

Opinión de los expertos

Peleja ha explicado que se tienen pocos datos acerca de los daños biológicos del mercurio en humanos y peces. El límite considerado recomendable para humanos es 50 partes por millón (ppm) del metal, pero se conocen algunos casos de trabajadores con más de 176 ppm y salud normal. Sin embargo, es un problema crónico que avanza hacia una situación grave en 20 o 30 años.

A juicio de Sandra Hacon, bióloga y doctorada en geoquímica, no es probable que haya una epidemia repentina de enfermedades neurológicas en la Amazonia ya que muchos síntomas atribuidos a la contaminación se confunden con otras enfermedades frecuentes en la región, como la malaria o la epilepsia.

En opinión del oceanógrafo y experto en geoquímica de metales pesados, Julio Wasserman, todavía faltan investigaciones más amplias que determinen la incidencia real del mercurio en la población.

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