La depresión suele pasar desapercibida en las personas mayores, según un estudio

Esta patología queda enmascarada al coincidir con otras enfermedades
Por EROSKI Consumer 12 de julio de 2002

Muchos ancianos no se dan cuenta de que padecen depresiones al coincidir éstas con diversas patologías, según un estudio efectuado en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) por facultativos de la Unidad de Medicina de Familia y Comunitaria, y que resultó premiado en el XIII Congreso Regional de la especialidad celebrado recientemente en el sur de Tenerife.

En este colectivo, el trastorno depresivo queda enmascarado por otras enfermedades, e incluso es absorbido al haberse generalizado la idea de que la tristeza es una característica propia de esa etapa de la vida, afirma el doctor José Ramón Vázquez, director de este estudio y responsable de la mencionada Unidad.

Según este especialista, la depresión es un grave problema de salud en sí mismo que, a su vez, contribuye al empeoramiento de otras enfermedades y dificulta el manejo general de los pacientes, ya que les resta voluntad y ganas de colaborar en su propio cuidado.

Más mujeres

El estudio, realizado sobre pacientes ingresados mayores de 64 años, revela que el fenómeno de la depresión oculta aparece más frecuentemente en las mujeres, en los pacientes que reingresan, en los que dependen de otros para las actividades básicas diarias (lavarse y vestirse, entre otras), en los que presentan disfunciones en el entorno familiar y en los que consideran que su estado de salud es malo.

El doctor Manuel Castillo Padrós, uno de los autores del informe, asegura que este problema tiene gran relevancia y repercusión en las personas mayores, dado que con frecuencia no se detecta ni se trata y, sin embargo, está repercutiendo negativamente en la salud de los afectados y hasta en un mayor consumo de recursos sanitarios.

Clínica pionera

La Unidad de Medicina de Familia y Comunitaria del HUC existe desde hace seis años, originándose como unidad docente para la formación especializada de médicos de Familia. A finales de 1999 se convierte en una sección clínica pionera en tanto que se ocupa de valorar y canalizar las posibles necesidades de ayuda que pudieran requerir los pacientes una vez que reciben el alta.

Para el doctor Vázquez, la coordinación con otros servicios del centro hospitalario y con los médicos y enfermeras de familia resulta fundamental, así como con los Servicios Sociales. «Esta institución es consciente de que las necesidades de los pacientes no se terminan a las puertas del hospital y está haciendo un gran esfuerzo por garantizar un regreso al domicilio en las mejores condiciones posibles», añadió.

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