La extirpación de anginas y apéndice antes de los 20 años aumenta el riesgo de infarto

Los cardiólogos recomiendan, si es posible, evitar este tipo de intervenciones en personas jóvenes
Por EROSKI Consumer 27 de junio de 2011

La extirpación de las anginas y del apéndice antes de los 20 años aumenta el riesgo de sufrir un infarto, según advierten desde la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Si bien los mecanismos por las que una y otra intervención en una persona joven pueden propiciar un accidente cardiovascular se ignoran, hay indicios claros que relacionan la extracción temprana de ambos órganos con la enfermedad coronaria. Los cardiólogos recomiendan por ello que solo se tome esta decisión «cuando no hayan sido efectivos otros tratamientos».

Un estudio publicado en la «Revista Europea del Corazón», y que la SEC difundió el pasado viernes, señala que las operaciones para la amputación de las anginas y el apéndice aumentan la posibilidad de sufrir un infarto en un 44% y un 33%, respectivamente, si se practican antes de que el paciente cumpla 20 años. Ambas intervenciones son muy comunes en España. Cada año, entre el 10% y el 20% de los niños se someten a una de estas dos cirugías.

El vínculo exacto «todavía no se sabe a ciencia cierta», aunque sí se conocen algunas cuestiones, explicaron desde la SEC. Tanto las amígdalas como el apéndice forman parte de los órganos linfoides secundarios, que están integrados en el sistema de defensas y vienen a ser en él algo así como el equipo de apoyo. Los dos desempeñan un papel importante en la protección natural del cuerpo contra las infecciones, especialmente en los primeros años de la vida, cuando el sistema inmunitario se encuentra en pleno desarrollo.

«Al parecer, el aumento del riesgo de infarto ante este tipo de extirpaciones es consecuencia de la alteración que la cirugía provoca en el sistema inmune», detallan. Estudios anteriores, apuntan, ya habían puesto de manifiesto el peso que la inflamación de determinados órganos tiene en la arteriosclerosis, enfermedad que provoca la acumulación de grasa en las arterias y que resulta determinante en el infarto, tanto de corazón como cerebral (ictus).

El estudio está firmado por el Departamento de Salud Pública del Instituto Karolinska de Suecia y se basa en el análisis de casi 55.000 operaciones de apendicitis y 27.300 de anginas a menores de 20 años. «Solo deberían realizarse cuando hayan fallado otras terapias, porque estudios anteriores ya nos indicaban que la extirpación no es tan inocua como se creía», advierten.

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