La farmacéutica Pfizer retira de la venta el antiinflamatorio «Bextra» por riesgo de reacciones cutáneas graves

Esta decisión no afecta a los pacientes españoles porque este medicamento no estaba a la venta en España
Por EROSKI Consumer 8 de abril de 2005

La multinacional farmacéutica norteamericana Pfizer ha retirado de la venta en Europa y EE.UU. su fármaco antiinflamatorio valdecoxib, comercializado como «Bextra», atendiendo a las peticiones de las autoridades europeas y estadounidenses.

La Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) reclamó al laboratorio que tomara esta medida al considerar que el fármaco en cuestión mantenía un perfil beneficio-riesgo «desfavorable», y después de haber advertido en diciembre sobre la existencia de un riesgo asociado de reacciones cutáneas graves «potencialmente fatales». Así, hasta noviembre de 2004, la FDA había contabilizado un total de 87 casos de reacciones cutáneas severas asociadas a «Bextra».

El laboratorio expresó su desacuerdo con la valoración beneficio-riesgo realizada por las autoridades norteamericanas. «No obstante, como deferencia hacia el punto de vista de la agencia, la compañía ha aceptado suspender la comercialización hasta posteriores conversaciones con la FDA», señala Pfizer, que recomienda a los pacientes que estén tomando el antiinflamatorio que lo dejen y se pongan en contacto con sus médicos para acordar un tratamiento adecuado.

Por su parte, la Agencia Europea del Medicamento está evaluando actualmente la familia de fármacos a la que pertenece «Bextra» y ha recordado que ya emitió en diciembre nuevas advertencias de seguridad, aconsejando que hasta que finalice el estudio los médicos deben hacer un «seguimiento cuidadoso» de los pacientes tratados con el fármaco.

«Bextra», indicado para el tratamiento de la osteoartritis, la artritis reumatoide y la dismenorrea, no estaba disponible en España, por lo que la decisión de la multinacional no tiene ninguna incidencia en los pacientes españoles.

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), entre los que figuran los llamados COXIB (inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 o COX-2), vienen siendo objeto de polémica desde que en septiembre pasado la compañía Merck decidiera retirar del mercado «Vioxx» (rofecoxib) por su relación con riesgos coronarios.

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