La incidencia del asma en las mujeres se dispara a partir de los 20 años

Ellas tienen más síntomas, precisan más medicación y tienen menor calidad de vida que ellos
Por EROSKI Consumer 23 de abril de 2007

El asma en la edad adulta tiene rostro de mujer. Hasta los 12 ó 13 años, la incidencia de la enfermedad es mayor en los niños que en las niñas y al llegar a la adolescencia afecta por igual a ambos géneros. Pero a partir de los 20 años, la incidencia en las mujeres es significativamente más alta y este dato persiste durante toda la vida adulta, según un estudio de la Asociación Americana del Pulmón.

Los neumólogos explican que estos cambios en la incidencia del asma en los dos sexos no se basan en que la enfermedad se estabilice o desaparezca en los varones, sino que, cuando el asma aparece después de la pubertad, es más frecuente en las mujeres y, además, presenta formas mas graves y peor función pulmonar, según los estudios epidemiológicos realizados en Italia y los países del norte de Europa.

El asma no sólo es más frecuente en mujeres mayores de 18 años, sino que también se expresa con mayor severidad. Los estudios demuestran que, en general, las asmáticas tienen más síntomas, precisan más medicación y tienen menor calidad de vida que los asmáticos.

Las asmáticas entre los 20 y 50 años acuden tres veces más a los servicios de urgencias de los hospitales que los hombres, e ingresan más veces. Los estudios publicados sobre este hecho señalan como una de las razones más relevantes el que las asmáticas padecen más estrés que las mujeres sanas y los hombres asmáticos, mientras que estos últimos sufren más depresión.

Menstruación y embarazo

Por otro lado, hay evidencias científicas de que las hormonas femeninas modulan la producción de múltiples sustancias que producen inflamación. Por este motivo, cuando se han comparado las mujeres sanas con asmáticas, estas últimas presentaban alteraciones de las hormonas femeninas en el 80% de los casos.

Asimismo, el asma es la enfermedad crónica más común y que más complicaciones puede causar durante el embarazo. Estudios epidemiológicos realizados en Estados Unidos revelaron que entre el 3,7% y 8,4% de las embarazadas entre 1997 y 2001 padecían asma.

Los especialistas advierten de que un mal control del asma tiene más riesgo para la madre y el feto que tomar diariamente la medicación. Por una crisis asmática materna y debido a la falta de aporte de oxígeno al feto, se puede producir un bajo crecimiento durante la gestación y bajo peso al nacer, un parto prematuro, malfomaciones, o un aumento de mortalidad perinatal.

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