La píldora que reduce la regla provoca el debate sobre la manipulación del ciclo menstrual

La contracepción actual trata de proporcionar métodos eficaces que a la vez alivien trastornos comunes
Por EROSKI Consumer 5 de marzo de 2003

«Seasonale», la píldora que reduce a cuatro el número de menstruaciones, ha provocado un enorme debate entre la comunidad científica sobre la conveniencia de manipular el ciclo natural de la reproducción femenina durante un tiempo tan prolongado. Sin embargo, esta pastilla, que se toma durante 81 días de forma continuada y sólo permite una regla por trimestre, no es el único tratamiento anticonceptivo que limita o prácticamente elimina el sangrado. En España ya se comercializan implantes subcutáneos y un DIU medicado que hacen desaparecer la menstruación.

La contracepción se dirige en la actualidad a proporcionar métodos eficaces que a la vez alivien trastornos comunes en la vida fértil de la mujer como son las anemias asociadas a sangrados abundantes o el síndrome premenstrual. Esta nueva generación de anticonceptivos aparece en un momento en el que las mujeres del mundo desarrollado soportan más reglas que sus madres y más aún que sus abuelas.

Durante los últimos años, la aparición de la primera regla se ha ido adelantando, desde los 13 a los 10 años, ha descendido vertiginosamente la natalidad y la lactancia materna ha caído en desuso. Una suma de cambios que ha causado un aumento de ciclos menstruales. Se estima que los ciclos han pasado de 160 a 450, como media.

La idea de que la regla es necesaria empieza a abandonarse, incluso un investigador brasileño ha publicado un libro donde se pregunta si la menstruación empieza a estar obsoleta. Aunque aún no existe una opinión generalizada al respecto.

«Tomar un anticonceptivo que elimina la menstruación no conlleva un riesgo añadido para la salud, salvo los asociados a la toma de cualquier anticonceptivo hormonal oral», afirma el doctor Joaquín Calaf, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, de Barcelona. La situación que plantean los nuevos anticonceptivos tampoco es tan artificial, desde su punto de vista: «En algunas culturas menos desarrolladas, donde las mujeres se quedan embarazadas con mayor frecuencia, pasan una gran parte de su vida fértil sin regla», señala Calaf.

Pero tampoco cree que «Seasonale» o la «píldora» estacional, como se conoce en España, desbanque a otros tratamientos clásicos. «No hay ningún método anticonceptivo que sea bueno para todo el mundo y esta píldora será una alternativa más para la mujer, concretamente para aquéllas a las que la regla les suponga realmente un inconveniente».

Comprender por qué se produce el sangrado mensual también ayuda a entender la razón por la que se tiende a eliminar las menstruaciones: «La misión de la regla es limpiar la descamación del endometrio a consecuencia de la ovulación. Pero con los anticonceptivos que frenan la ovulación no se forma ese tejido añadido», explica el doctor José Luis Doval, presidente de la Sociedad Española de Contracepción.

Factor protector

Lo que no queda absolutamente claro es si realmente este nuevo anticonceptivo puede tener un factor protector añadido frente al cáncer de ovario. Según sus fabricantes, al reducirse el número de ciclos disminuyen las roturas foliculares cuando se libera el óvulo, que producen microtraumatismos en los ovarios. Estas lesiones aumentan el riesgo de tumores y, por tanto, tendría cierto papel protector, «pero es una ventaja que ya poseían otros anticonceptivos orales. Quizá los de dosis hormonales bajas no ejercían tanta protección con los que se fabricaban hace 10 ó 15 años , aunque está aún por demostrar», apunta Doval.

En el otro extremo, otros ginecólogos no creen que la supresión sea una buena idea. A juicio del doctor Eduardo García del Real, director del Instituto de Ginecología EGR, «no proporciona ninguna ventaja y no sabemos cómo va a responder el útero cuando se suprima el tratamiento». «Los embarazos y la lactancia suprimen la regla, pero son condiciones fisiológicas», explica. Este especialista apuesta por soluciones convencionales que han demostrado sus resultados: «La píldora tradicional, para buscar una anticoncepción a corto plazo; el DIU, a medio plazo, y la ligadura de trompas, cuando se desea una anticoncepción definitiva».

Síndrome premenstrual

El síndrome premenstrual es un trastorno real que sufren el 30% de las mujeres entre 7 y 14 días antes de que aparezca la regla y que desaparece al terminar. Padecerlo supone soportar molestias físicas y psíquicas tan variadas que suman hasta más de una veintena de síntomas. Los más significativos son: dolor de cabeza, retención de líquidos, cambios en el apetito, tensión mamaria, así como depresión e irritabilidad. Algunos estudios indican que también puede volver a las mujeres más sensibles al dolor.

Un neurólogo norteamericano lo identificó por primera vez en 1931. Sin embargo, aún es un problema infravalorado por los ginecólogos, pese a que en el 10% de los casos este síndrome supone una verdadera limitación. En estas circunstancias se proporcionan preparados hormonales y fármacos antidepresivos para combatirlo que han demostrado una reducción de los síntomas psíquicos y físicos, como el acné y la retención de líquidos. No obstante, aún se desconocen las razones que lo originan. Una teoría es que sería la consecuencia de los cambios químicos producidos en el cerebro por la caída drástica de estrógenos antes de la menstruación.

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