La Unión Europea permite el uso de productos con flúor que se administran para prevenir las caries, a pesar de la prohibición decretada el martes por las autoridades sanitarias belgas sobre la venta de estos artículos por considerar que pueden ser perjudiciales para la salud. De hecho, este compuesto ha sido incluido por Bruselas en una lista positiva de la nueva norma de la UE para aditivos alimenticios, según dijo ayer Thorsten Münch, portavoz del comisario de Protección del Consumidor, David Byrne. Esta nueva norma, que entrará en vigor exactamente dentro de un año, permite la elaboración de productos alimenticios con todas las vitaminas y minerales allí mencionados.
Münch reconoció que un fuerte consumo de flúor por parte de las personas puede no ser sano: «si se ingiere fluoratos en grandes cantidades y se tiende a la osteoporosis, entonces se corre un cierto riesgo». No obstante, los estados de la UE decidieron la inclusión de este elemento químico en la lista positiva en la comisión competente, apuntó.
El portavoz de Byrne no se pronunció sobre si la prohibición belga del flúor en tabletas, elixires dentales y chicles que se expenden libremente contradice la norma de la UE. Para los medicamentos hay otra norma, dijo el portavoz.
Por su parte, la ministra belga de salud Magda Alvoet anunció ayer su intención de introducir la obligación de receta para los productos antes mencionados. La ministra fundamentó la prohibición en los peligros que, según investigaciones científicas, el flúor representa para la salud.
Los dentistas belgas reaccionaron en general de forma aprobatoria a la prohibición de productos con contenido de flúor. «Deben ser vendidos sólo por prescripción en casos aislados y en todo caso según determinadas reglas», declaró la Sociedad belga de Medicina Dental.
