Durante los últimos cien años las horas de sueño se han reducido al menos un 20 por ciento, es decir, casi dos horas diarias. Según el profesor Jorge Alberto Costa de Silva, de la Universidad de Nueva York, este hecho se debe al estrés motivado por el nuevo ritmo de vida. Por este motivo, la Federación Mundial de Sociedades de Investigación del Sueño, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) han decidido designar al 21 de marzo Día Internacional del Sueño.
Durante unas jornadas informativas celebradas en París, expertos internacionales revelaron que el 95 por ciento de la población ha tenido problemas de sueño a lo largo de su vida. Asimismo señalaron que el insomnio, la patología más frecuente relacionada con los trastornos del sueño, afecta a entre un 20 y un 30 por ciento de la población adulta. De éstos, el 10 por ciento sufre la enfermedad de forma severa.
El objetivo del Día Internacional del Sueño es concienciar tanto a la población como a los profesionales médicos de que los trastornos del sueño son un problema de salud pública que debe de ser tratado, dado las importantes consecuencias que tiene para la vida de los insomnes.
Así, es una patología que está asociada a problemas cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales y renales. Además, produce irritabilidad mal humor, falta de concentración y problemas para memorizar y es un factor de riesgo para padecer depresión. En el plano social y económico el insomnio produce importantes pérdidas por absentismo laboral y además está implicado en más de la mitad de los accidentes de trabajo.
Asimismo los expertos alertan del peligro del insomnio en la carretera, ya que se trata de la principal causa de accidentes de tráfico por encima del alcohol. El 30 por ciento de los siniestros se pueden atribuir al problema del sueño. En estos casos, la prevención es fundamental porque además de descansar se recomienda hacer una dieta adecuada que contribuya a mantener al conductor despierto.