Las mujeres que se someten a extirpación de ovarios y útero reducen su esperanza de vida

Un estudio plantea ahora dudas sobre una práctica muy extendida en los países desarrollados para prevenir el cáncer de mama y ovarios
Por EROSKI Consumer 3 de mayo de 2009

Con el objetivo de buscar protección frente a los cánceres de mama y de ovarios, millones de mujeres en todo el mundo pasan por el quirófano cada año para que les sean extirpados los ovarios y el útero. Efectivamente, un estudio realizado durante 24 años a 29.380 mujeres ha comprobado que esta intervención reduce de manera importante el porcentaje de cáncer de mama y elimina casi totalmente el de ovarios. Sin embargo, la investigación también revela que las mujeres que pierden estos órganos viven menos tiempo.

La razón que explica esta menor esperanza de vida es que las mujeres operadas ven cómo se incrementan otros riesgos para la salud, especialmente la enfermedad cardiaca, lo que reduce sus expectativas. Este nuevo hallazgo, publicado en «Obstetrics and Gynecology», abre importantes interrogantes sobre esta práctica, muy extendida en los países desarrollados. Sólo en Estados Unidos unas 300.000 mujeres acceden a que les sean extirpados sus ovarios cada año.

«Este descubrimiento es contrario a la manera en la que se ha formado a los ginecólogos en este campo en los últimos 35 años», aseguró el doctor William Parker, autor del estudio. «En los 70, la comunidad médica decidió que la estrategia para prevenir el cáncer de ovarios era eliminar este órgano», explicó Parker. «Este estudio muestra que una mujer tiene más posibilidades de morir si se le extirpan los ovarios, excepto los grupos de mujeres cuya historia familiar las colocan en un alto riesgo de padecer cánceres de mama u ovarios», añadió. Mientras el cáncer de ovarios es difícil de detectar y a menudo mortal, no es de los más frecuentes, indicó el investigador, quien observó que sólo 34 de las participantes que mantuvieron sus ovarios murieron de esa enfermedad durante el periodo de seguimiento. «Las dolencias cardiacas mataron 20 veces más mujeres cada año», aseveró.

La investigación se basa en datos de 29.380 mujeres, de las que a 16.345 se les extirpó el útero y los ovarios y 13.035 sólo perdieron el útero. Tras 24 años de seguimiento, 895 mujeres del primer grupo desarrollaron cáncer de mama -un 25% menos de riesgo que aquéllas que conservaron sus ovarios y un 96% menos de riesgo de padecer cáncer de ovarios (sólo cinco casos)-. Sin embargo, este grupo registró un 12% más de posibilidades de morir durante ese periodo de seguimiento. El riesgo de enfermedad coronaria fue un 17% más alto en comparación con aquellas mujeres con ovarios.

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