Los pacientes europeos de ictus crean una Alianza contra esta enfermedad en el continente

Exigen a los gobiernos de la UE que se impliquen de forma directa y firme para frenar esta "catástrofe evitable"
Por EROSKI Consumer 13 de octubre de 2004

Los pacientes europeos de ictus (85% infarto cerebral, 15% hemorragia cerebral) exigieron ayer a los gobiernos de la Unión Europea (UE) una implicación directa y firme en las estrategias para frenar una enfermedad que causa 1,4 millones de fallecimientos anuales y es ya la tercera causa de mortalidad en el continente. En su opinión, se trata de una «catástrofe evitable», ya que bastaría el control regular de la presión arterial, una terapia adecuada de la hipertensión y la adopción de hábitos de vida más saludables para recortar drásticamente su terrible coste humano y social. En el caso español, 40.000 muertes y 100.000 hospitalizaciones al año.

Este llamamiento urgente se hizo con motivo de la constitución en Bruselas de la Alianza Ictus por Europa (SAFE, por sus siglas en inglés), que agrupa a una veintena de organizaciones de pacientes, incluida la Fundación Española del Corazón. La iniciativa contó con el respaldo del Parlamento Europeo a través de John Bovis, portavoz para asuntos de Salud, Medio Ambiente y Consumo, quien agradeció al movimiento asociativo que «una sus fuerzas en la batalla» contra esa enfermedad.

De hecho, como recordó la presidenta de SAFE, Arne Hagen, la creación de esta alianza continental de pacientes para la prevención estaba incluida en el Plan de Acción contra el Ictus en la UE aprobado en junio de 2003 en un seminario celebrado en la Eurocámara. Al hacerse ahora realidad, apuntó, cobra nueva fuerza su apuesta para frenar esa «catástrofe evitable».

«Tratar de forma adecuada a los pacientes hipertensos es, sin duda, la primera medida que debe llevarse a cabo», insistió Hagen, conocedora de primera mano de que la hipertensión es el primer factor de riesgo modificable del ictus y que el riesgo de sufrirlo de una persona con la presión arterial elevada es seis veces mayor que el de otra con cifras normales. María Luisa Fernández, directora general de la Fundación Española del Corazón, recordó la doble recomendación de «cumplir el tratamiento de su médico» cuando las cifras de presión arterial requieran una terapia específica y «adoptar hábitos de vida cardiosaludables», como no fumar o evitar la obesidad.

Desde una perspectiva comparativa, la situación española en Europa no es de las peores, aunque comparte una misma preocupación continental en cuanto a la alta prevalencia de hipertensión, que supera ampliamente la de otros países desarrollados como EE.UU. y Canadá.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube