Muchos casos de apnea del sueño en hombres se descubren gracias a su pareja

Esta patología está relacionada hasta con el 25% de los accidentes de tráfico
Por EROSKI Consumer 20 de marzo de 2007

La apnea del sueño representa un problema de salud pública de primera magnitud. No en vano, se calcula que hasta el 25% de los accidentes de tráfico vienen motivados por esta patología. En la actualidad, muchos casos de esta enfermedad, que provoca ataques de sueño durante el día, se descubren gracias a la pareja del afectado.

«La mayor parte de los pacientes con apnea del sueño que llegan a la consulta vienen de la mano de su pareja, generalmente de la mujer, que además de estar molesta con los ronquidos de su marido, nota que deja de respirar por la noche», explica el doctor Nicolás González Mangado, especialista en trastornos del sueño y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Otros pacientes, los menos, acuden angustiados por los continuos episodios de falta de aire durante el sueño. «Hay algunos que se despiertan sobresaltados por la noche con sensación de ahogo, y se lo plantean al médico de cabecera, quien luego, y por los síntomas descritos, nos los reenvían a las unidades de sueño», añade este neumólogo, quien, sin embargo, se queja de lo mal dotada que está la Sanidad pública para tratar este tipo de problemas.

La apnea, que sufre de forma estable el 6% de la población adulta, en especial hombres, se caracteriza por ronquidos, pausas respiratorias durante la fase del sueño y somnolencia durante el día, cansancio, dolor de cabeza, irritabilidad o incluso impotencia.

Por otro lado, las complicaciones pueden ser severas, como infartos cerebrales o de miocardio, debido a que la faringe del paciente se cierra en determinados momentos del sueño, impidiendo la entrada de oxígeno a la sangre.

Estudio del sueño

El problema de esta enfermedad es que en torno al 90% de los casos no están diagnosticados, lo que impide a los especialistas poner en práctica el tratamiento oportuno.

El diagnóstico exacto llega después de que el especialista realice un interrogatorio exhaustivo tanto al paciente como a su pareja sobre su actitud y comportamiento durante el día y la noche. Es imprescindible contar con un estudio del sueño, que es el que aporta datos objetivos de lo que sucede en el organismo del paciente mientras duerme. «Mediante unos sensores se determina en qué cantidad y cuántos episodios de apnea sufre el paciente en cuestión mientras duerme. Esta prueba requiere el ingreso durante una noche, pero en algunos casos incluso se puede realizar un estudio simplificado en el propio domicilio», explica González Mangado. Finalmente se requiere una exploración específica de la faringe para determinar el lugar o lugares donde se obstruye.

A la hora de tratar la apnea es necesario seguir unas medidas generales orientadas a conseguir una vida sana, en la que prime el ejercicio, la dieta y la moderación en el consumo de alcohol y tabaco. Otra buena medida preventiva consiste en prescindir en lo posible de tomar somníferos y demás medicamentos relajantes, ya que estos fármacos propician la apnea al deprimir el músculo del velo del paladar.

El problema se puede resolver mediante la adaptación de una prótesis en la boca o la utilización de un comprensor de aire, o bien a través de una operación quirúrgica. «La elección de un sistema o de otro o su combinación depende de las circunstancias de cada caso», apunta el especialista de la SEPAR.

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