El Ayuntamiento de Nueva York ha ofrecido de forma gratuita parches de nicotina a los 35.000 primeros fumadores que deseen dejar el hábito. La ciudad norteamericana está inmersa en una campaña antitabaco sin precedentes, que la semana pasada le llevó a prohibir fumar también en los lugares públicos. Esta prohibición absoluta para fumar en bares y restaurantes entró en aplicación el sábado pasado por la tarde, y para ayudar a los fumadores a librarse de los cigarrillos se proponen «terapias de sustitución de la nicotina», como parches autoadhesivos que se aplican en la piel, y que se distribuirán de forma gratuita entre los neoyorquinos.
«Los 35.000 primeros fumadores que acudan a los servicios municipales recibirán por correo seis semanas de tratamiento, valorado en 50 dólares», anunció el director de servicios municipales de sanidad, Thomas Frieden.
Frieden recordó que el tabaco es la principal causa de muerte que se puede evitar en Nueva York. «Es el responsable de la muerte de más de 10.000 neoyorquinos al año, el triple que el alcohol, los asesinatos y los suicidios», añadió.
