Cabello graso

La solución pasa por la higiene y la utilización de productos adecuados
Por Clara Fraile 26 de octubre de 2004

Una amplia gama de productos milagro adornan las estanterías de centros de belleza y clínicas especializadas en alteraciones capilares, pero ninguno de ellos, por muy caro que sea, eliminará definitivamente la grasa del cabello. Se trata de un problema hormonal que repercute en la estética de quien lo sufre: las hormonas que regulan las glándulas sebáceas hacen que el pelo se engrase y parezca siempre sucio. Dos reglas ayudan a mantener la grasa controlada: limpiarse el cabello tanto como sea necesario y utilizar champús teniendo en cuenta que los principios activos como la piritiona de zinc o sabal serulate mal utilizados pueden dañar el cuero cabelludo.

Cuestión de higiene

El doctor Juan Ferrando Barberá, profesor titular de Dermatología en la Universidad de Barcelona y coordinador del Grupo Español de Tricología, asegura que la tendencia del cabello de una persona a engrasarse no responde a ninguna disfunción orgánica.

El tipo de cabello depende de la constitución de cada individuo. Así lo cree este profesional que ejerce la Medicina en el Servicio de Dermatología del Hospital Clinic de la ciudad condal. “Es como tener los ojos de una manera o de otra, la nariz más grande o más pequeña”, afirma. A partir de la edad adulta, es decir, en torno a los 18 años, se conforma de manera definitiva el tipo de pelo, puesto que tiene algo que ver con la producción hormonal, revela. “El problema se resuelve si el cabello se lava cada día o siempre que se observe que está sucio. La solución es de una lógica aplastante”, insiste el doctor Ferrando.

“Las hormonas influyen muchísimo en las secreciones de grasa de nuestro cuerpo, por eso este tipo de problemas capilares puede intensificarse en momentos en los que se sufren importantes cambios hormonales, como en la adolescencia, y se ve reflejado muchas veces en acné juvenil o pelo graso”, continúa Ángela Navarro.

Respecto a las franjas de edad, quienes más sufren el problema de la grasa son las personas de entre 15 y 40 años, según la experiencia de Elena Bellido, una de las expertas en Tricología del madrileño Instituto Científico Capilar Bellido.

La doctora Rogelia Navarro, dermatóloga especialista en el cabello y cuero cabelludo del Centro Clínico Dermatológico de Alicante, coincide con su colega, el doctor Ferrando, en que el pelo graso es “una cuestión de higiene”. Pero cuando la abundante actividad de las glándulas sebáceas se convierte en un problema evidente para quien lo sufre, acompañada de alopecia o trastornos menstruales en las mujeres etc., es el momento de acudir al dermatólogo, consideran estos especialistas.

Se comercializan tratamientos, pero de limpieza

Las personas que tienen mucha grasa capilar corren el riesgo de mostrar una imagen desaliñada debido a que su cabello puede aparentar estar sucio, pero también pueden lucir un pelo limpio y sano si ponen un poco de cuidado.

La doctora Navarro, que achaca a las hormonas prácticamente toda la responsabilidad de que el cabello se engrase, no cree que existan soluciones verdaderamente efectivas para evitarlo, por ello recomienda los lavados diarios.

Llegados a este punto, todos los profesionales consultados se muestran de acuerdo en que el exceso de grasa es un problema que puede sobrellevarse con una correcta higiene. Existen tratamientos de limpieza específicos eficaces, aunque también es cierto que han de evitarse algunos malos hábitos. Vemos algunos de los consejos que nos dan desde su experiencia:

  • Los lavados frecuentes son la mejor solución para evitar que la grasa desluzca el pelo, lo apelmace y le dé un aspecto descuidado. La frecuencia de lavado dependerá de las necesidades estéticas de cada persona y de la cantidad de grasa.
  • Mejor lavarse con agua templada. Está demostrado que el agua fría estimula el riego sanguíneo, por ello muchos especialistas aconsejan hacer el último aclarado con ella. Otros, como la doctora Navarro, recomiendan simplemente agua templada para todo el proceso de lavado. La caliente reseca el pelo.
  • Es bueno alternar distintos champús. En el mercado hay buenos champús antigrasa, pero cada persona debe elegir el que sea más apropiado para sus necesidades. Algunos profesionales aconsejan no jabonarse siempre el cuero cabelludo con productos específicos para la grasa, es decir, con jabones agresivos que suelen llevar principios activos como piritiona de zinc o sabal serulate. Estos detergentes pueden agredir al pH de la piel y mal utilizados podrían llegar a estimular la secreción de las glándulas sebáceas. Es importante evitar este hecho, denominado “efecto rebote”, en el que los dermatólogos no creen, pero que, según los peluqueros “deja el pelo en muy malas condiciones, como un estropajo”.
  • El masaje debe ser suave y conviene dejar actuar el champú unos minutos. Si el lavado es diario es suficiente con enjabonarse una sola vez.
  • Merece la pena utilizar champús de calidad. Lo más apropiado es utilizar entre dos y cuatro champús, según apunta la doctora Navarro, para que el cuero cabelludo no se acostumbre. Se debe recurrir a un champú específico para tratar la grasa una vez a la semana. El resto de los lavados se pueden hacer con jabones suaves (neutros), e incluso sin jabón si se hacen dos lavados al día”. Pueden utilizarse incluso gamas de champús para niños, advierte Elena Bellido.
  • ¿Cómo seleccionar los productos? “Disponemos de muy buenos productos de cosmética y tratamiento capilar que bien usados y tras un diagnóstico adecuado son capaces de solucionar la mayoría de los problemas que puede tener nuestro cabello y cuero cabelludo”, asegura la estilista Ángela Navarro. Podemos encontrar esos productos de calidad neutros y específicos tanto en grandes superficies como en peluquerías y farmacias. “Es cuestión de probar, porque a cada persona le puede ir bien un producto determinado”, asegura. No obstante, los profesionales en este campo, tanto peluqueros como especialistas médicos, aseguran que los productos muy baratos difícilmente pueden llevar ningún principio activo. Isabel Zamora y Elena Bellido defienden, por su parte, que por 8 euros se venden frascos de champú de 250 mililitros de muy buena calidad.
  • Los tintes y moldeadores afectan a la fibra capilar, pero no a la raíz. Enmascaran el problema de la grasa porque resecan el pelo, pero no lo solucionan.
  • No descuidar la hidratación. En las grandes ciudades donde existe mucha polución el principal problema es el de la deshidratación capilar. Otros factores como el clima y los tintes, además del uso continuado del secador contribuyen a que el pelo aparezca frecuentemente seco y sin brillo. A las personas que tienen el pelo graso, estos agentes les afectan de igual manera. Por eso, es aconsejable, sobre todo en las melenas y en los cabellos teñidos, aplicar en las puntas y los medios -no en la raíz- una crema suavizante o acondicionador.
  • La utilización del secador es precisa sobre todo en invierno. Es cierto que este aparato, particularmente si se usa con el aire muy caliente, reseca el cabello, pero la humedad no es nada beneficiosa, por lo que se de be utilizar pero no en exceso.
  • La alimentación también puede influir en la aparición de un cabello graso. Las carencias de aminoácidos o ciertas vitaminas pueden manifestarse en piel, uñas y cabello. La dieta debe ser lo más equilibrada y variada posible, no sólo por el pelo, sino para el correcto funcionamiento de todo el organismo.

Problema estético

Las glándulas sebáceas lubrifican la capa córnea del cuero cabelludo, una función imprescindible debido a que éste permanece constantemente en contacto con el medio externo. Por esta razón el pelo parece sucio, y más aún cuando el exceso de grasa acostumbra a convivir con otros trastornos capilares, como la caspa abundante o la pérdida de cabello. Así lo demuestran las estadísticas del Instituto Científico Capilar Bellido, fundado hace 40 años, que apuntan que el 85% de las consultas tiene algún tipo de relación con la seborrea.

Esto no significa que la grasa sea la causa de la caída del pelo. En el caso de la alopecia androgenética “manda la herencia y la hormona masculina; caída y grasa son dos consecuencias que ocurren a la vez, aunque es cierto que más grasa puede acelerar el proceso de pérdida”, comenta la doctora Navarro.

Conviene aclarar que no existe ningún producto que erradique por completo la seborrea. Así lo constata esta dermatóloga, pues la secreción de grasa sólo se puede erradicar totalmente con un tratamiento hormonal, no olvidemos que las hormonas van a seguir ordenando a esas glándulas producir siempre grasa. Sin embargo, sí se pueden encontrar tratamientos de limpieza muy adecuados que contribuyen a conservar el cabello en las mejores condiciones y a mantenerlo fuerte.

A modo de conclusión, Ángela Navarro expone que “si el cabello no está sano nunca va a lucir un trabajo de estilismo”. Por ello recomienda a quienes tengan problemas capilares que se pongan en manos de un buen profesional que se preocupe por la salud del cabello, además de por la parte estética del mismo.

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