El último brote de coronavirus, detectado en China, genera preocupación en todo el mundo. La facilidad con la que se contagia, las elevadas cifras de población del país asiático y la enorme cantidad de desplazamientos diarios en avión constituyen el contexto perfecto para su rápida propagación a cualquier punto del planeta. Ayer, sin ir más lejos, se registró el primer caso en Estados Unidos. En el siguiente artículo explicamos qué es el coronavirus, cuáles son sus síntomas y cuáles son las características de esta nueva cepa, originaria de Wuhan.
Cada día vuelan unos 180.000 aviones en todo el mundo, muchos de ellos, con 300 o 400 personas a bordo, lo que nos da una idea de la cantidad de desplazamientos que se producen a lo largo y ancho del planeta. Desplazamientos de personas y, eventualmente, de enfermedades. Por esta razón, desde que se detectó el brote de coronavirus en la ciudad de Wuhan, las autoridades sanitarias chinas han desplegado con rapidez controles especiales en los aeropuertos de ese país que incluyen, por ejemplo, unos arcos que miden la temperatura corporal. Si un pasajero tiene fiebre, no se le permite viajar.
La fiebre es el principal síntoma de esta extensa familia de virus, que son capaces de provocar desde resfriados comunes hasta problemas de salud muy graves, como el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). Los brotes más notables —y recordados— fueron el de 2002, también en China, que afectó a 8.000 personas, se cobró la vida de 700 y se propagó con rapidez por casi 40 países; y el de 2012, en Oriente Medio, cuando una nueva cepa de este virus (a la que se llamó MERS) se extendió con rapidez y letalidad. El MERS surgió en Arabia Saudí y llegó a muchos otros países, incluidos varios europeos. Se calcula que, en este episodio, el 35 % de los pacientes fallecieron, si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) matiza que esa cifra puede estar sobreestimada, ya que es posible que haya habido casos leves que no fueran detectados.
Imagen: Jan Vašek
China, origen de la nueva cepa de coronavirus
El virus localizado recientemente en China es nuevo, según confirman los análisis de laboratorio. Se llama 2019-nCoV y todo indica que su origen se encuentra en un mercado de alimentos en Wuhan, donde se comercializa marisco y pescado. El lugar se cerró al público el 1 de enero de 2020 tras registrarse los primeros casos, en los que casi todos los afectados eran trabajadores o visitantes habituales del mercado.
A mediados de mes, el problema parecía estar bajo control: se habían detectado 41 casos, todos vinculados a ese sitio, y de acuerdo con las primeras investigaciones epidemiológicas, no había pruebas claras de que el virus se contagiase con facilidad entre las personas.
Apenas una semana después, la realidad es otra. A día de hoy se han registrado casi 450 casos, hay nueve víctimas mortales y el virus ha traspasado fronteras: se tiene constancia de enfermos en Japón, Corea del Sur, Taiwan, Tailandia y Estados Unidos. La rapidez de su propagación es lo que más inquieta a las autoridades sanitarias. Algunos países cercanos que reciben vuelos frecuentes de China, como Australia, han activado medidas de prevención y han empezado a realizar controles médicos en los aeropuertos. En Europa, tres países (Francia, Italia y Reino Unido) tienen vuelos directos con Wuhan. Francia y Reino Unido han informado a viajeros procedentes de la zona, mientras Italia ha implementado un procedimiento para verificar la presencia de casos sospechosos a bordo de las aeronaves.
El alcance de la neumonía de Wuhan
El 2019-nCoV, conocido como neumonía de Wuhan, se ha cobrado la vida de nueve personas. Y, aunque todas ellas tenían complicaciones de salud previas, la cifra asusta a la población, dentro y fuera de China. Entre los casi 450 casos detectados, hay 12 personas en estado grave, aunque, según la OMS, esta nueva cepa de coronavirus es menos agresiva que el MERS. Se calcula que el índice de mortalidad es del 1,5 %, si bien “es necesario disponer de información más completa y finalizar las investigaciones en curso para conocer mejor la epidemiología, el cuadro clínico, la fuente, las vías de transmisión y el alcance de la infección, así como las medidas que se deben aplicar para combatirla”, advierte la OMS. Es decir, hace falta más información y, por lo tanto, prudencia.
La Organización Mundial de la Salud, de hecho, celebrará hoy una reunión para evaluar el alcance de este brote y determinar si se trata de una pandemia. De momento, y a tenor de las evaluaciones que ha hecho esta institución, el riesgo de expansión es alto dentro de China, moderado en los países cercanos y bajo en los más distantes. En Europa aún no se han detectado casos.
En España el riesgo es muy bajo, según detalla el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) del Ministerio de Sanidad. “España no dispone de aeropuertos con vuelos con conexión directa a Wuhan y esta ciudad no es un destino turístico frecuente, aunque se prevé en las próximas semanas un incremento de viajeros hacia y procedentes de China por las festividades del Año Nuevo Chino —señalan—. Teniendo en cuenta la pequeña magnitud del brote (la ciudad de Wuhan tiene 11 millones de habitantes) y los controles realizados por las autoridades sanitarias chinas, el riesgo de introducción en nuestro país en este momento se considera muy bajo”. ¿Y si se detectara un caso importado? “El impacto para la salud pública también se considera muy bajo dado que, de ocurrir transmisión persona a persona del virus, ésta es limitada y se asocia a un contacto estrecho”, aclaran desde el Ccaes.
Síntomas y prevención
Imagen: Gundula Vogel
En general, los coronavirus se transmiten entre personas, entre personas y animales y, también, a través de objetos contaminados, cuando se está en contacto con ellos. Como sucede con las gripes, el contagio puede producirse por vía aérea. Por esta razón, en los lugares donde están teniendo lugar los casos, las autoridades sanitarias aconsejan taparse la nariz con un pañuelo al estornudar, utilizar mascarillas para taparse la nariz y la boca, lavarse las manos con frecuencia y no ir a lugares muy concurridos. También se recomienda evitar el contacto cercano con personas que padezcan infecciones respiratorias agudas, así como el contacto con animales vivos o muertos, y consumir carne adecuadamente cocinada.
La consulta médica es imprescindible si se detectan los síntomas que, en el caso de esta cepa, son los siguientes:
- Fiebre
- Tos seca
- Cansancio o fatiga
- Dificultad para respirar
Para obtener más información, se puede consultar la web del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y la del Centro de Prevención y Control de Enfermedades Europeo (ECDC), que ha creado un apartado específico sobre el coronavirus de Wuhan con datos actualizados.