Cómo aumentar nuestro NEAT para gastar más calorías con actividades cotidianas

La Escuela de Medicina de Harvard (EE. UU.) ha elaborado un listado del gasto medio de calorías que se pierden en 30 minutos en función del tipo de actividad que se realice y dependiendo del peso corporal. Los siguientes son para una persona de 57 kg y otra de 70 kg:

Sin casi darnos cuenta, realizar pequeñas actividades a lo largo del día incrementará nuestro gasto energético y, por consiguiente, nuestro NEAT. Y también mejorará nuestra salud. Un estudio de la Universidad de Boston (EE. UU.) concluyó que la suma del tiempo empleado en actividades cotidianas de corta duración, si se hacen de forma regular y varias veces al día, tiene los mismos beneficios que ejercitarse una hora en el gimnasio.

• 1. Cambiar el ascensor por las escaleras. Se queman entre 5 y 11 calorías por minuto subiendo escaleras. Subir dos pisos cada día equivale a perder 2,7 kilos al año.
• 2. Pasar menos tiempo sentados. Muchas personas pasamos muchas horas al día sentados en el trabajo o frente a la pantalla de un ordenador. Se recomienda levantarse cada 20-30 minutos de la silla para estirar o caminar.
• 3. Caminar más o desplazarse en bicicleta. En la medida de lo posible, se recomienda no coger el coche para algunos desplazamientos, como ir al supermercado, al trabajo o recoger a los niños del colegio.
• 4. Jugar con los hijos o las mascotas. Pasear a perro durante más tiempo y recorridos más largos o realizar actividades intensas con los más pequeños de la casa aumentarán nuestro gasto calórico diario.
• 5. Realizar tareas domésticas. Barrer, fregar, ordenar, cocinar, limpiar los cristales o planchar son actividades que suponen un movimiento continuo.
• 6. Hacer turismo y actividades al aire libre. Durante nuestro tiempo de ocio, es un buen momento para incrementar nuestro NEAT. Sustituir el sofá o el cine por actividades como pasear, visitar otra ciudad o ir a la playa mejorarán nuestra salud.

Nuestro organismo consume calorías cada día por cuatro factores diferentes: el gasto energético basal, la termogénesis inducida por la dieta, el gasto NEAT y el ejercicio físico. Así explica el Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física (ISAF) cuánto se consume, aproximadamente, con cada uno:

Cantidad de energía que necesita nuestro organismo para realizar los procesos vitales básicos, como respirar, hacer latir el corazón, mantener las funciones de todos nuestros órganos… Para calcularlo hay que tener en cuenta diferentes variables entre las que se incluyen el sexo, la edad, la estatura y el peso.

El gasto energético por actividad cotidiana y laboral, o NEAT, es la cantidad de calorías gastadas en actividades físicas que no sean deportes, como pasear a un perro, realizar las tareas domésticas o ir a la compra.

Representa la energía que se gasta al realizar deporte o actividad física intensa o moderada.

Cuando comemos alimentos que contienen proteínas, hidratos de carbono o grasas gastamos energía y producimos calor, que tiene por objeto proporcionar la energía suficiente para digerir y metabolizar los nutrientes.

El descubrimiento de la termogénesis como factor clave en la pérdida de peso, es decir, el mecanismo por el que el cuerpo empieza a generar calor y a iniciar una disminución del tejido adiposo, genera múltiples reclamos en alimentos y suplementos con propiedades termogénicas. Sin embargo, hay que tener cuidado con estos productos.

“Existen componentes nutricionales con ciertos efectos termogénicos, como la cafeína o similares a altas dosis, como la efedrina. Lo que ocurre es que cuando tienen eficacia en la quema de calorías, aparecen efectos secundarios, sobre todo a nivel cardiaco, como taquicardias. Incluso algunos suplementos que se pueden comprar por Internet (por ejemplo, dinitrofenol), de dudosa legalidad, son altamente termogénicos, pero también muy peligrosos”, advierte Francesc Villarroya, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).

“La investigación actual está muy centrada en lograr eso: activar la termogénesis sin efectos indeseables para el corazón, pero aún no se ha logrado”, concluye.