Realizan el primer trasplante en España del aparato digestivo completo

La operación, que duró unas quince horas, sustituyó cinco órganos además de un riñón
Por EROSKI Consumer 18 de febrero de 2003

Una adolescente de 16 años se ha convertido en la primera persona en España en recibir un trasplante de cinco órganos del aparato digestivo (estómago, duodeno, intestino delgado, páncreas e hígado), así como un riñón. Un equipo conjunto de los hospitales La Paz y Ramón y Cajal, de Madrid, ha operado a la joven, que ofrece «signos» positivos de que los injertos funcionan. La trasplantada padecía una enfermedad rara y de muy escasa prevalencia que la obligaba a alimentarse por vía intravenosa.

Los médicos se mostraron ayer muy prudentes, y adujeron que el éxito de la intervención se demostrará cuando la chica tolere sin problemas los alimentos a través de una sonda. De hecho, ya ha empezado a nutrirse a través de esta vía, pero aún de forma muy incipiente. Con todo, es una incógnita saber cuando podrá comer por sí sola. «Nadie lo sabe», sentenciaron. No en vano, este tipo de enfermos desarrollan reflejos que asocian la comida con reacciones adversas del sistema digestivo.

El mayor riesgo de la operación, aunque compleja desde un punto de vista técnico, estriba en el peligro de que se produzcan infecciones o rechazo, según dijo el jefe de la Unidad de Trasplantes Digestivos Infantiles de La Paz, Manuel López Santamarina.

Todos los órganos procedían de un mismo donante de diez años. La muchacha padecía una enfermedad muscular que impide que los alimentos circulen por el tubo digestivo. La pseudo-obstrucción idiopática crónica intestinal, que así se llama la dolencia, se manifestó en la paciente a una edad muy temprana, concretamente a los tres años. Desde 1988, la niña tenía que alimentarse por vía intravenosa, después de que la nutrición a través de un orificio en la pared del abdomen dejara de ser posible.

Daños en el hígado

De acuerdo con Gerardo Prieto, del Servicio de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica de La Paz, la alimentación por vía intravenosa produjo a medio plazo un daño irreversible en el hígado, lo que hacía urgente la recepción de un trasplante. Por añadidura, la incapacidad para alimentarse por sí misma dejó a la niña escuálida, con un peso de 31 kilos. A la patología intestina se añadía una insuficiencia renal irreversible, circunstancia que impuso el injerto de un riñón.

La adolescente, que permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), fue operada hace diez días. El deseo de ver cómo evolucionaba el trasplante antes de informar de él es la causa de que hasta ahora no haya transcendido el hecho.

«Nunca hay un donante perfecto», aseguró López Santamarina. Y es que el pequeño que proporcionó los órganos, a pesar de ser menor que la chica, pesaba diez kilos más que ella. A la vista de la diferencia de tamaño, resultó imposible cerrar la cavidad abdominal, que fue cubierta con una malla que ha ido retirándose de forma progresiva.

Todo el proceso quirúrgico duró casi 22 horas, de las cuales quince se invirtieron en operar a la joven y al menos cuatro en extirpar al donante los órganos, que tuvieron que ser preparados antes de ser alojados en el cuerpo de la chica.

El equipo de cirujanos descartó injertar el intestino grueso, trasplante que registra unas «muy altas tasas de complicaciones infecciosas», afirmaron.

La operación practicada es la modalidad menos frecuente de trasplante intestinal. Lo normal es que se injerten el hígado y el intestino solamente. Precisamente, esos son los órganos que hace dos años y medio recibió una niña de 28 meses, que fue intervenida también en el Hospital La Paz de Madrid.

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