Las esperanzas de muchos enfermos cardiovasculares que han visto cómo fracasaban los tratamientos convencionales se acaban de desvanecer con la suspensión provisional de dos ensayos internacionales con terapia génica. Los ensayos habían generado una gran expectativa porque esta terapia tenía como objetivo regenerar las arterias coronarias y frenar el deterioro cardiovascular con enfermos que ya habían agotado todas las posibilidades, tanto farmacológicas como quirúrgicas. Pero la compañía Schering ha decidido paralizar las investigaciones en Estados Unidos, Canadá y Europa, a la vista de los pobres resultados que se estaban obteniendo con los enfermos norteamericanos.
El tratamiento se realiza con un sencillo cateterismo, a través del cual se introduce un adenovirus cargado con el gen VEGF (factor de crecimiento vascular endotelial). El virus atenuado transporta el gen que tiene como misión estimular la regeneración de nuevos vasos sanguíneos para mejorar el flujo de sangre que llega al corazón. En Europa, 111 pacientes, entre ellos uno español, han probado esta terapia experimental con concentraciones diferentes. Tanto en el ensayo norteamericano como en el europeo se probaron dosis de mil millones de virus y de diez mil frente a placebo, una sustancia sin propiedades terapéuticas que actúa como control.
Schering ha insistido en que en su decisión no hay ningún motivo de seguridad. Un análisis intermedio del ensayo norteamericano permitió ver que los beneficios observados con placebo eran similares a los de los pacientes tratados con terapia génica. «Ahora queremos saber qué ocurre con los 111 enfermos tratados en Europa. A final de año decidiremos si seguimos adelante con el ensayo», explicó Patricia Martín Regueira, asesora médico del laboratorio Schering en España.
El único enfermo español que llegó a recibir el tratamiento ha mejorado desde que se le administrara el pasado mes de enero en el Hospital Clínico de Madrid. «Él se encuentra mejor y la prueba de esfuerzo demuestra esa mejoría. Pero tampoco sabemos si nuestro paciente recibió placebo o una concentración de adenovirus», explicó el doctor Carlos Macaya, director del Instituto Cardiovascular del Clínico.