Un equipo científico da los primeros pasos para el desarrollo de un nuevo antibiótico contra la tuberculosis

Preparan una serie de compuestos que generan una reacción que frena el crecimiento de la bacteria
Por EROSKI Consumer 26 de marzo de 2007

La tuberculosis sigue afectando cada año a nueve millones de personas en el mundo. Ahora, científicos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han hallado pistas que podrían conducir al desarrollo de un nuevo antibiótico contra la bacteria causante de la enfermedad.

El trabajo de investigación, con una duración de cinco años y divulgado ahora en algunas revistas especializadas, demuestra que es posible «impedir el desarrollo de la bacteria» mediante un procedimiento consistente en «añadir compuestos para confundirla» y frenar su crecimiento, según explicó una de sus directoras, la profesora de química orgánica de la USC, Concepción González Bello.

El equipo ha logrado en laboratorio «engañar» a las bacterias causantes de la tuberculosis al introducirles una serie de compuestos que les parecen «naturales» y los absorben, detalló. Esos compuestos generan una reacción que «frena el crecimiento» de la bacteria de la tuberculosis, un principio susceptible de servir para un nuevo medicamento antibiótico, señaló la investigadora.

El objetivo de esta investigación ahora consiste en elaborar «inhibidores que sean específicos de un enzima y que permitan crear nuevos antibióticos más selectivos y seguros» contra la tuberculosis, indicó el catedrático de química orgánica de la USC, Luis Castedo. El equipo de investigación está todavía en una fase de pruebas en laboratorio que podría servir para elaborar un nuevo medicamento, algo que ya ha despertado el interés de instituciones británicas y norteamericanas, entre ellas la Tuberculosis Antimicrobial Acquisition and Coordinating Facility (TAACF) de Alabama (EE.UU.).

Después de los ensayos «in vitro», los autores del descubrimiento, que ya lo han patentado en la Unión Europea y Estados Unidos, esperan ofrecer sus resultados a la TAACF para iniciar la elaboración de un antibiótico. Luego serían necesarios entre cinco y diez años para efectuar las pruebas en animales y en personas antes de poner a punto el nuevo medicamento comercial.

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