El aprendizaje reduce la acumulación de placas y ovillos de proteínas en el cerebro, una de las señales de la enfermedad de alzheimer, según el trabajo desarrollado con ratones por científicos de la Universidad de California. En el estudio participaron cientos de ratones que habían sido alterados genéticamente para desarrollar la enfermedad.
Se confirma de esta forma que mantener una mente activa podría ayudar a retrasar o incluso prevenir la enfermedad. El estudio «prueba por primera vez que usar el cerebro puede proteger a una persona físicamente», señaló Kim Green, coautor del estudio, que destacó que se ha demostrado la importancia de mantener la mente activa. Por su parte, Gary Kennedy, director de Psiquiatría Geriátrica en el Centro médico Montefiore de Nueva York, aseguró que este trabajo «consigue fomentar en parte la hipótesis de que el ejercicio mental tiene un efecto protector contra el alzheimer».
La acumulación sostenida de proteínas que forman placas amiloideas en el cerebro es para la mayoría de los expertos en la materia la causa que provoca el alzheimer. Otros estudios ya habían puesto de evidencia la importancia del ejercicio mental. Este nuevo trabajo tenía como cometido determinar la existencia de una correlación biológica que explicara esos resultados.