Un estudio revela que reducir el estrés ayuda a combatir los efectos de enfermedades crónicas como el lupus

Esta patología hace que el organismo ataque a las células del propio cuerpo, como si fueran extrañas
Por EROSKI Consumer 15 de junio de 2007

El estrés cotidiano puede incrementar los síntomas de los enfermos de lupus, una enfermedad autoinmune en la que se producen anticuerpos que lesionan los tejidos y órganos propios, según una investigación desarrollada por el departamento de Medicina de la Universidad de Granada (UGR).

El lupus, que afecta a más de cinco millones de personas en todo el mundo, deja sin control el sistema inmunológico, lo que hace que el organismo ataque a las células saludables en lugar de a los gérmenes presentes en él.

La investigación de la UGR concluye, por tanto, que controlar el nivel de estrés de los afectados por esta enfermedad permite disminuir los efectos negativos que provoca, como sensación de fatiga, pérdida de peso inexplicable, fiebre prolongada, dolor e inflamación en las articulaciones.

Para realizar este trabajo, un equipo de psicólogos aplicó una terapia de afrontamiento del estrés a un grupo de 45 pacientes con lupus. Aquellos que lograron reducir sus niveles de estrés, ansiedad y depresión mejoraron su calidad de vida, tanto a nivel físico como psíquico, y presentaron menos síntomas cutáneos y músculo-esqueléticos, que son los más habituales en los enfermos de lupus.

La doctora Nuria Navarrete, responsable del estudio, indica que el estrés cotidiano está muy presente en la vida de las personas con lupus. «A las circunstancias habituales que generan ansiedad en la población sana, se añade la que produce el saber que se padece una enfermedad crónica, controlable pero incurable, de pronóstico incierto, que requiere tratamiento crónico, a veces para toda la vida, y no exento de riesgos secundarios importantes», explica Navarrete.

Los resultados de la investigación resaltan la importancia del abordaje global del lupus y, por extensión, de otras enfermedades crónicas. «La atención de los aspectos psicológicos es, dados los resultados obtenidos, fundamental para conseguir un tratamiento global efectivo del paciente», apunta Navarrete. A su juicio, el tratamiento del estrés cotidiano es un arma eficaz en el manejo de estos enfermos. «Pensamos que podría ser útil desde el diagnóstico de la enfermedad, pues ya en ese momento el paciente puede requerir ayuda para manejar su estrés y minimizar sus efectos negativos», concluye la investigadora granadina.

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