Aunque no se conoce con exactitud el origen de la hidrocefalia, los avances científicos experimentados en los últimos años han permitido perfeccionar los tratamientos y diagnósticos de la enfermedad. El Hospital Carlos Haya de Málaga ha incorporado dos nuevas técnicas, la neuroendoscopia y los tests hidrodinámicos, que le han situado a la vanguardia europea en el estudio de esta patología, tanto en su desarrollo como en su implantación.
La hidrocefalia, o presencia de líquido en el cerebro, ocurre en el 70-90% de los niños que padecen el tipo más grave de espina bífida. Cuando el líquido cerebroespinal, que amortigua y protege el cerebro y la médula espinal, no puede drenar normalmente, se acumula en el cerebro y alrededor de éste, haciendo que la cabeza adquiera un tamaño mayor de lo normal. Si no se trata, esta condición puede conducir al retraso mental y a otros daños neurológicos.
«La neuroendoscopia es una alternativa consistente en introducir un neuroscopio por un orificio inferior a un centímetro, donde a través de la fibra óptica es posible operar sin diseccionar la cabeza del paciente», explica el neurocirujano Miguel Ángel Arase sobre uno de los tratamientos.
Frente al procedimiento quirúrgico convencional, la nueva técnica permite al paciente no tener implantada una válvula de por vida. Además, la neuroendoscopia permite abordar determinados tumores cerebrales dentro del sistema ventricular. «Sin embargo, este procedimiento sólo se puede aplicar a pacientes con hidrocefalia obstructiva, tanto infantil como en adultos», acota el especialista.
Junto con la neuroendoscopia, la unidad de Neurocirugía del Carlos Haya ha desarrollado los tests hidrodinámicos, enfocados a los enfermos de hidrocefalia crónica. Este tipo de hidrocefalia, que padece en torno al 0,5% de la población mayor de 70 años, se confunde en ocasiones con enfermedades neurodegenerativas, principalmente con el Alzheimer. Y es que el 5% de las demencias conocidas tiene como causa una hidrocefalia crónica, según detalla el doctor Bienvenido Ros, especialista en esta tipología.
«Con estos tests, consistentes en una punción lumbar, se detectan los casos en los que la demencia viene dada por el trastorno en la circulación de líquido encefalorraquídeo y se seleccionan los que pudieran mejorar con la aplicación de la cirugía, además de escoger la válvula más adecuada según los casos», explica el doctor Ros. Con este tratamiento se logra una mejora de la calidad de vida del paciente en un 80% de los casos.
Tanto la neuroendoscopia como los tests hidrodinámicos, centran parte del curso sobre actualización en el tratamiento de la hidrocefalia que se celebra entre hoy y mañana en el Hotel Fuerte Miramar de Marbella (Málaga) y que reúne a especialistas de toda España.
