Un nuevo cuerpo para el verano

Las clínicas duplican las operaciones de estética ante la cercanía de las vacaciones veraniegas
Por EROSKI Consumer 17 de abril de 2002

Miles de mujeres y hombres acaban de declarar la guerra a los michelines de grasa que se forman sobre la cintura, a la tripa y, por supuesto, a la celulitis y a la temida piel de naranja, principales enemigos de la imagen corporal de la mujer. La cercanía del verano -apenas faltan dos meses y medio para que el calor entre de lleno- ha desatado la fiebre por los tratamientos de belleza, así como un aluvión de peticiones para perder peso con ayuda del bisturí.

La mayoría de clínicas de cirugía estética duplicarán de aquí a julio el número de intervenciones tanto quirúrgicas como terapéuticas. Incluso está previsto que en junio se alcancen cifras récord y que las operaciones lleguen a triplicarse.

El prestigioso cirujano plástico murciano Pedro Orenes asegura que el incremento de actividad para los próximos tres meses alcanza niveles muy superiores a los registrados durante el resto del año. «Estamos desbordados de trabajo», afirma el doctor Orenes.

Este «boom» de operaciones de estética obedece, según el cirujano plástico, a las ganas de lucir buen tipo y si es posible una figura esbelta durante la temporada de verano que se aproxima.

Liposucciones, procedimientos de choque contra la obesidad, técnicas dirigidas a erradicar o al menos reducir la celulitis y aumento de los pechos constituyen los tratamientos más solicitados por los clientes. Las mujeres continúan acaparando la mayor demanda de recetas de belleza, aunque cada vez hay más hombres que se interesan por este tipo de métodos para mejorar la imagen. Al menos ésta es la impresión que tienen el doctor Orenes y la directora de la clínica Vitae de Murcia, Isabel Carra.

Reducción mamaria

Las implantaciones de prótesis de silicona para reafirmar o engrandecer los senos tienen éxito todo el año independientemente de la época, pero son muchas las mujeres que, obsesionadas por exhibir una figura esbelta cuando se enfundan el bañador o la camiseta ajustada, recurren ahora al bisturí. Como contrapunto, Pedro Orenes recuerda que también se produce un buen número de peticiones de féminas que desean someterse a una intervención quirúrgica para disminuir el tamaño de sus pechos y así poner remedio a su complejo.

Además de a los centros de cirugía estética, la fiebre por eliminar el exceso de grasas beneficia asimismo a las oficinas de farmacia y a los establecimientos de parafarmacia y de productos de belleza y estética. Estos negocios ya han notado un importante incremento en el volumen de ventas de geles y cremas contra la celulitis de los muslos. La demanda se ha disparado de tal forma, que algunas farmacias han agotado las existencias de determinadas pociones indicadas para lograr el alisamiento de la piel.

Pedro Sánchez, propietario de la botica de 24 horas ubicada en la avenida Rector Loustau de Murcia, comenta que la comercialización de fármacos anticelulíticos crecerá aproximadamente un 50% en los próximos cuatro meses, a pesar de que estos productos tienen precios que oscilan entre los 16 euros (unas 2.600 pesetas) y los 34 euros (5.500 pesetas) de media.

La celulitis, un problema típicamente femenino, consiste en un almacenamiento de grasa en los adipocitos (células adiposas de la hipodermis) y de agua alrededor (dermis e hipodermis). A medida que crecen las citadas células, las membranas que las envuelven se deforman y tiran de sus puntos de fijación cutánea, lo que provoca la aparición de bultos. Llegado a este punto, la principal controversia es que el proceso se mantiene automáticamente debido a la obstrucción de la circulación sanguínea con estancamiento de las toxinas y aparición de fibrosis.

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