Una nueva técnica permitirá atacar los genes más dañinos del cáncer directamente

El 'oncochip' facilita información sobre la evolución del tumor y posibilita que se aplique el tratamiento más eficaz
Por EROSKI Consumer 19 de octubre de 2002

El patólogo experto en Oncología José Palacios dio a conocer ayer una nueva técnica, todavía en fase de investigación, que ofrece una información fiable sobre cuáles son los genes de un tumor que están activos y cuáles están inactivos con el fin de aplicar el tratamiento más adecuado para cada caso. La metodología, conocida como el oncochip, consiste en «inmovilizar sobre un porta 7.000 genes duplicados, luego se extrae una muestra genética del tumor, que se hace reaccionar con el chip y permite predecir el perfil de expresión del tumor, es decir, su evolución. De esta forma se podría administrar el tratamiento más adecuado a cada paciente».

Según explicó el doctor del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), «sabemos que no todos los tumores que se tratan con una quimioterapia responden igual, unos responden bien y otros mal. Probablemente, la diferencia estriba en que cada tumor está creciendo por un grupo de genes característicos y a través del conocimiento de ese conjunto de genes queremos predecir cuál será el comportamiento del tumor». Palacios insistió en que esta técnica molecular «no es una técnica de diagnóstico ni de prevención, trabaja sobre el tumor, sobre un tumor diagnosticado».

El doctor, que expuso ayer su investigación en el XXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria que se celebra en San Sebastián, explicó que el oncochip supondría «una mejora en la individualización del tratamiento, en saber dar a cada mujer con cáncer de mama el tratamiento más beneficioso para su caso». En este sentido, aseguró que ahora los tumores se tratan de una forma «estándar», a partir del arsenal terapéutico del que se dispone, y a la larga se descubre si todo el tratamiento ha sido o no efectivo.

Sobretratamiento

Pero la nueva técnica permitiría «conocer desde el inicio el perfil de expresión del tumor y se podría aplicar el tratamiento más adecuado para combatirlo. Este sistema, a la larga, podría suponer una disminución de los casos de muerte porque se tratan adecuadamente desde el principio y podría evitar el sobretratamiento al que en la actualidad deben someterse las mujeres con cáncer de mama».

La aplicación clínica de esta técnica, todavía en fase de investigación y validación pero de la que se han obtenido evidencias de su utilidad en el terreno clínico, «no se producirá antes de dos o tres años -aclaró el doctor Palacios-, pero sólo en centros especializados, ya que requiere una infraestructura costosa y un equipo de personas experimentadas».

En cuanto a terapias, el patólogo indicó que «en los últimos años se empiezan a aplicar tratamientos específicos que combatan las alteraciones moleculares que están implicadas en los cánceres, en vez de los quimioterápicos, que lo que hacen es matar células independientemente de qué alteración molecular tengan los tumores».

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