La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado para el 2003 como el Año Internacional del Agua Dulce con el fin de aumentar la conciencia e impulsar la acción que permita una mejor gestión y protección de este recurso primordial.
«La falta de acceso al agua -para beber, por higiene y seguridad alimentaria-, inflige miseria en más de mil millones de personas en todo el mundo», asegura Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas. Por ello, el Año Internacional del Agua Dulce debe procurar acuerdos para enfrentar problemas de agua y sanidad para los 1.200 millones de personas sin acceso a agua potable y las 2.400 millones de personas sin medidas sanitarias adecuadas.
Además, más de tres millones de personas mueren cada año por enfermedades causadas por agua no apta para consumo humano. Para reducir, antes de 2015, a la mitad la cantidad de personas sin acceso al agua potable, las Naciones Unidas, los gobiernos y otros organismos no gubernamentales se han propuesto para este año una serie de eventos y actividades coordinadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Algunos de los principales puntos que deben ser mejorados son el uso de los acuíferos, cuya administración debe ser revisada si se quiere asegurar el abastecimiento en un futuro. Según la ONU, los mantos acuíferos deben ser mejor administrados, y las fugas de agua reducidas, sobre todo en las ciudades, donde las pérdidas de agua representan el 40% o más del suministro de agua.
