Alrededor de 50 apicultores de Castilla y León regalaron ayer un millar de tarros de miel en el centro de Valladolid para denunciar la situación «crítica» que atraviesan y que pone en riesgo la propia supervivencia de las abejas autóctonas.
Los apicultores, convocados por la Coordinadora Agraria-COAG de Castilla y León, advirtieron de que las abejas silvestres ya «han desaparecido» en España, puesto que las que quedan son sólo las que se crían en las colmenas de estos profesionales.
Representantes de la organización agraria ofrecieron en plena calle, en una zona peatonal del centro de Valladolid, una rueda de prensa para reclamar ayudas para estos profesionales, antes de proceder al reparto gratuito de mil tarros de miel.
Los apicultores recordaron que su actividad genera en Castilla y León cerca de 168 millones de euros en lo que la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera «valor de la polinización», por su beneficio para los cultivos y como «servicio medioambiental a la sociedad».
Añadieron que garantizan la polinización y la biodiversidad, ya que sin su actividad pueden desaparecer varias especies de aves que se alimentan de abejas, y la propia abeja autóctona, la ibérica negra.
