Recientes investigaciones han desarrollado un nuevo protocolo de vacunación para evitar la aparición de la flexibacteriosis, la vibriosis y la estreptococosis, enfermedades bacterianas que afectan a los cultivos de rodaballo (Scophthalmus maximus).
El carácter innovador del proyecto reside en el hecho de que no existían hasta ahora vacunas polivalentes para estas enfermedades. Además, también se ha desarrollado y evaluado una vacuna específica para la prevención de la furunculosis, provocada por Aeromonas salmonicida Subs.. salmonicida) en el rodaballo.
Para la prevención de la flexibacteriosis, los expertos han podido establecer dos protocolos de vacunación en función de la relevancia de la enfermedad en cada fase de cultivo. Cuando la enfermedad afecta a las fases larvarias del rodaballo, los investigadores aconsejan administrar dos dosis vacunales separadas por un intervalo de 4 semanas, seguida de una tercera dosis por vía intraperitoneal cuando los peces alcanzan un peso de 20-40 g.
Los expertos también han desarrollado vacunas polivalentes y han establecido estrategias de vacunación adaptadas a las necesidades de las empresas. En este sentido, se ha establecido un calendario vacunal: entre 0,5-10 g, los peces deben recibir dos baños de una vacuna frente a vibriosis y flexibacteriosis. Cuando los rodaballos ya alcanzan un peso medio de 30 g, deben ser vacunados por vía intraperitoneal con una sola dosis de una vacuna frente a estreptococosis y flexibacteriosis.
Aplicando estas vacunas, el rodaballo está protegido de estas enfermedades durante todo el ciclo de crecimiento, que suele durar unos dos años, según informa Aquaflow, Centro Europeo para la Diseminación de la información de I+D en acuicultura.
