Investigadores y representantes de la sociedad civil se movilizan contra los transgénicos

El año pasado se cultivaron en España 80.000 hectáreas de maíz alterado genéticamente
Por EROSKI Consumer 19 de febrero de 2009

Los organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos vuelven a ser objeto de rechazo por parte de la sociedad. Investigadores, organizaciones ecologistas, agricultores y consumidores han firmado un manifiesto contra el uso de transgénicos en la agricultura y la alimentación.

Este documento fue presentado ayer en Madrid por Amigos de la Tierra, el sindicato agrario COAG, Ecologistas en Acción y Greenpeace, junto a Vandana Shiva, premio Nobel alternativo por su labor en defensa del medio ambiente y los derechos de las mujeres en la India, quien pidió al Gobierno español que abandone su apoyo a los OGM.

Mientras los mayores productores de maíz de la UE han prohibido el cultivo de transgénicos, basándose en numerosos estudios científicos sobre sus impactos ambientales y sanitarios, «España sigue siendo el principal productor de maíz transgénico de la UE», señalaron las citadas organizaciones ecologistas. Según sus datos, el año pasado se cultivaron en nuestro país 80.000 hectáreas «en una condiciones de absoluta falta de transparencia e incumpliendo muchas de las normas comunitarias y nacionales».

«El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino debe reconsiderar su apuesta transgénica y orientar la agricultura española hacia soluciones realmente progresistas y modernas, ambiental y socialmente sostenibles, como la agricultura ecológica», dijo Shiva.

Supuestos beneficios

El manifiesto indica que tras 11 años de cultivo, se ha comprobado que las semillas modificadas genéticamente «no reportan los beneficios prometidos por la industria biotecnológica». Así, «no reducen el empleo de productos químicos en el campo, sino todo lo contrario». Pone como ejemplo que en Estados Unidos los tres principales cultivos transgénicos han conducido desde 1996 a un aumento en el uso de pesticidas de hasta 55.000 toneladas.

Además, los rendimientos «son menores, o en el mejor de los casos equivalentes a los de las variedades no modificadas», y sus impactos sobre el medio ambiente están cada vez más documentados: contaminación de especies silvestres emparentadas, reducción de la biodiversidad, y contaminación química del suelo y de los acuíferos.

El documento añade que los transgénicos «no han aportado mejoras en la calidad de los alimentos, sino grandes incertidumbres sobre la inocuidad de los productos que contienen ingredientes modificados, sobre todo a medio y largo plazo».

Tampoco, dice, contribuyen a aliviar la pobreza ni el hambre en el mundo. «Al contrario, las aplicaciones comerciales de la biotecnología en la agricultura están aumentando la brecha que separa a pobres y ricos».

Sentencia del Tribunal Europeo de Justicia

Esta misma semana, el Tribunal Europeo de Justicia ha dictaminado que los Estados miembros de la Unión Europea (UE) no pueden mantener en secreto los lugares en los que se experimenta al aire libre con organismos transgénicos.

Según dice el fallo emitido, la información relativa a la ubicación de los sitios “no puede mantenerse como confidencial” y las consideraciones relativas al orden público “no pueden constituir una razón suficiente como para restringir el acceso a la información”.

La Corte se pronuncia así sobre un caso que comenzó en 2004, cuando un ciudadano francés solicitó a las autoridades locales de la provincia de Alsacia (este de Francia), donde reside, que le indicaran dónde fueron liberados organismos genéticamente modificados en esa zona.

Las autoridades se negaron a dar tal información bajo el argumento de que la misma podría poner en riesgo a los granjeros frente a opositores a los OGM. Por ello, el ciudadano decidió recurrir a una corte francesa, que a su vez derivó el caso a la justicia europea.

El Alto Tribunal considera que la normativa de la UE que permite a las autoridades locales mantener en secreto algunos aspectos relacionados con los transgénicos, como detalles comerciales, no se extiende a las localizaciones en que son liberados.

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