La salinidad de las tierras pone en peligro la producción de alimentos

Por EROSKI Consumer 2 de mayo de 2002

Una gran parte de los alimentos que se producen proceden de tierras de regadío. Una décima parte de la superficie irrigada, sin embargo, está saturada de sal, lo que provoca un peligro para la seguridad alimentaria, según reconoce la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La FAO advierte de las consecuencias que puede tener para la seguridad alimentaria un exceso de sal en las tierras donde se cultivan los productos. Según los datos de la organización, gran parte de las tierras irrigadas corren peligro de saturarse de sal, problema que ya ha reducido la superficie irrigada del mundo entre un uno y un dos por ciento al año.

Julián Martínez Beltrán, experto en recursos hídricos de la FAO, asegura que puede estar saturada por sales al menos el 8% de las tierras de regadío del mundo. En las zonas áridas y semiáridas esta cifra puede llegar al 25%, según el experto. Para evitar los problemas derivados de esta situación, Martínez Beltrán aconseja a los agricultores utilizar la cantidad de agua justa que necesitan las plantas, y un poco más para que las sales se separen por lixiviación, método que permite apartar las sales de las raíces.

«Fao Irrigation and Dranaige Papers» es una de las ayudas presentadas por la FAO dirigida a agricultores y técnicos para que puedan tomar las medidas adecuadas. El texto incluye las directrices para evaluar la salinidad del suelo sobre el terreno y para elaborar los sistemas de drenaje que contribuyan a evitar la salinización. Además, también se están realizando estudios para determinar la viabilidad de las imágenes tomadas por satélite para elaborar los mapas de las zonas afectadas por la sal.

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