Menos virus en frutas

Un proyecto europeo pretende reducir el sharka, una de las enfermedades virales más graves de los árboles frutales
Por Marta Chavarrías 5 de mayo de 2008
Img albaricoques
Imagen: Marta Rostek

Albaricoquero, melocotonero y ciruelo son los árboles frutales de hueso del género “Prunus” que más sufren los efectos de la enfermedad de sharka, considerada una de las más graves que afectan a este tipo de frutales, no sólo por su impacto económico sino también por sus efectos agronómicos. Las frutas afectadas son pobres en azúcares y no pueden comercializarse. Para reducir estos efectos se ha puesto en marcha el proyecto europeo SharCo (Sharka Containment European), que fija estrategias de detección, control y eliminación de la enfermedad.

Evitar que se deformen las frutas y que caigan de forma prematura del árbol constituye, entre otras cuestiones, el reto del proyecto europeo, que se fundamenta de forma especial en la profilaxis, es decir, en evitar que la enfermedad se introduzca en los árboles.

Esta contaminación se puede producir bien a larga distancia, a través de material de propagación, o mediante pulgones que actúan como vectores. Una de las mejores aliadas en el control de la enfermedad es la prevención, que incluye detección, epidemiología, estrategia de prospección y prevención, tanto en plantaciones como en viveros. Ahora, el objetivo del proyecto europeo, coordinado por el Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INRA, en sus siglas francesas), es hacer de la prevención una cuestión de alcance europeo. Y es que se trata de una plaga de alcance mundial sin tratamiento curativo biológico.

La prevención es clave

Caracterizar el patógeno es clave para desarrollar mecanismos eficaces de prevención
La prevención pasa además por el desarrollo de variedades que presenten más resistencia a este virus. En este sentido, y partiendo de una perspectiva genética, uno de los objetivos del proyecto, en el que participan expertos de doce países, es desarrollar marcadores moleculares para poner en práctica una selección de variedades de frutas resistentes al virus, cuyo agente causal es «Plum pox virus» (PPV), así como evaluar métodos biotecnológicos que extiendan la resistencia a varias especies de árboles frutales. Además, el proyecto cubre toda la cadena de producción, e incluye plantas de semillero, injertos y gestión de huertos.

Pero antes debe investigarse en la caracterización del patógeno, así como determinar los nuevos mecanismos de resistencia al virus en la planta que se utiliza como modelo, la «Arabidopsis thaliana», y en los «Prunus». La enfermedad ha sido no sólo motivo de la creación de la alianza internacional puesta en marcha, sino que con los resultados obtenidos se espera que los países puedan aprobar políticas de prevención adecuadas.

Daños y síntomas

Los síntomas del sharka varían en función del tipo de PPV, de la especie y la variedad afectada, así como de las condiciones ambientales. De todos los descritos, el tipo D (Dideron), es uno de los más agresivos en albaricoqueros y ciruelos; se ha extendido por Europa y la mayor parte de los países mediterráneos, India y el continente Americano, especialmente en Chile, EE.UU. y Canadá. El tipo descrito como el M (Marcus), además de afectar a las dos especies citadas, es muy agresivo también en melocotoneros, y se ha detectado sobre todo en Europa Central y del Este, así como en países como Francia, Italia y Grecia.

Una necesidad

La aparición reciente de variables del virus muy diferentes en países como Turquía, Moldavia o Serbia indica, según el INRA, que es necesario completar los estudios actuales sobre el virus para evaluar la distribución y la diversidad. Una de las prioridades es caracterizar la aparición de nuevas variables, desarrollar herramientas de clasificación para poner en marcha un sistema de alerta rápido en caso de nuevas apariciones y de herramientas para poder trazar el origen del virus. Caracterizar los procesos de diseminación puede ayudar a determinar la diversidad del virus y sus propiedades epidémicas.

El virus, identificado por primera vez en campos de Bulgaria en 1915, se ha ido desplazando por varios países como Hungría, Rumanía, Albania, Checoslovaquia, Alemania, Rusia, Holanda, Francia, Italia, España y Portugal. A pesar de que los primeros síntomas se pueden detectar en el campo, se trata de un virus que sólo puede identificarse en el laboratorio. Tras la infección, hay pocas posibilidades de saneamiento.

IDENTIFICACIÓN GENÉTICA

ImgLa erradicación y el control de la enfermedad de sharka es el objeto de numerosas investigaciones. Una de ellas, liderada por un grupo de expertos del Servicio de Investigación Agrícola estadounidenses (ARS, en sus siglas inglesas), desarrolló, en 2003, un ensayo de identificación genética. Los investigadores observaron que el virus aparece en determinados meses del año, y en ciertas partes de los árboles, lo que complica el proceso de erradicación. De la investigación se desprende que en verano es cuando se reduce la presencia del virus.

El mecanismo desarrollado parte de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, en sus siglas inglesas), un proceso químico que produce copias de genes específicos o fragmentos de genes para identificarlos. Con esta técnica es posible detectar si la proteína específica que produce el virus está presente o no en la muestra. Y el tiempo con el que se consigue reduce significativamente a los de los métodos como el ELISA (“Enzyme-Linked ImmunoSorbent Assay”).

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