Secuencian el genoma de la araña roja, una de las principales plagas agrícolas

El hallazgo abre la puerta a nuevas estrategias de control de plagas que eviten el uso de pesticidas convencionales
Por EROSKI Consumer 26 de noviembre de 2011

Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha secuenciado el genoma del ácaro Tetranychus urticae, conocido como araña roja y que está considerado una de las principales plagas agrícolas en el mundo. Este trabajo «abre nuevas posibilidades para el desarrollo de estrategias de control de plagas mediante la utilización de T. urticae como modelo para el estudio de la interacción entre plagas y plantas cultivas, así como el desarrollo de nanomateriales», destaca el CSIC.

Las plagas de araña roja afectan a más de 150 cultivos de gran importancia económica, como el tomate, el pepino, el pimiento, la fresa, el manzano, el peral, el maíz o la soja. «Los resultados de este estudio abren nuevas posibilidades para el desarrollo de una agricultura más sostenible, ya que pueden llevar al diseño de estrategias de control de plagas que eviten el uso de pesticidas convencionales», asegura el investigador del CSIC Félix Ortego, del Centro de Investigaciones Biológicas.

Por su parte, la investigadora Isabel Díaz, del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, explica que «estas estrategias podrían ser de naturaleza muy diversa, y podrían incluir desde la mejora genética para obtener plantas resistentes a la araña roja, hasta aproximaciones biotecnológicas que contribuyan a desarrollar alimentos completamente libres de plaguicidas».

Según la investigación, cuyas conclusiones se han publicado en el último número de la revista «Nature», la capacidad de este ácaro para alimentarse de plantas con diferentes mecanismos de defensa reside en la expansión dentro de su genoma de los genes encargados de eliminar toxinas de origen vegetal. «Lo más sorprendente es que la araña roja integra en su genoma algunos genes procedentes de bacterias u hongos, que le permiten combatir las respuestas de defensa de las plantas de las que se alimenta», señala Vojislava Grbi?, del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino del CSIC.

El análisis del genoma de Tetranychus urticae supone, además, numerosas posibilidades en el terreno de los nanomateriales. «La seda que produce este ácaro tiene unas propiedades comparables a las de la seda de araña, es decir, es un material ligero, resistente, elástico y biodegradable con gran potencial para desarrollar nuevos materiales inteligentes con aplicaciones en medicina y en tecnología», destaca la investigadora del CSIC Marisela Vélez, del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica.

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