La detección de un caso de encefalopatía espongiforme transmisible, también denominada scrapie o tembladera, obligará a sacrificar unas 1.500 cabras de una explotación ganadera de Pozuelo de Tábara (Zamora). Las cabras, el 12% de las que hay en la provincia de Zamora, se encuentran inmovilizadas en la explotación desde que el pasado 21 de diciembre la Junta de Castilla y León comunicó al ganadero el caso positivo de tembladera.
El propio ganadero ha puesto de relieve el perjuicio económico que le causará el sacrificio, ya que la normativa únicamente establece una indemnización de 102 euros por animal, cuando el coste real de cada cabra es de unos 500 euros. Además ha asegurado que la alimentación de las cabras y el coste del mantenimiento de la explotación le suponen una cuantía de unos 1.100 euros diarios. El Gobierno regional y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino estudian ahora una solución al problema, ya que si las ayudas no son mayores, el ganadero se verá obligado a cerrar la explotación, de la que viven cinco familias.
La normativa europea que obliga a sacrificar todos los animales de la explotación cuando aparece un caso de tembladera «no está bien hecha», asegura el dueño de la granja, que lleva 20 años dedicado a la cría de cabras, aunque ahora ve difícil continuar con esta labor. A este respecto ha destacado la diferencia que existe entre la indemnización de 102 euros que se concede en España por cada cabra sacrificada y la que se da en otros países europeos, como en los Países Bajos, donde pagan entre 500 y 800 euros por animal, o Francia, donde la indemnización oscila entre los 850 y 900 euros por cabra.
